El Banco Central de Venezuela (BCV) concedió un préstamo, sin pago de intereses, por Bs.F.2,0 millardos a Siderúrgica del Orinoco, SIDOR.El préstamo permitirá que la ahora estatal SIDOR salde parte de la deuda de Bs.F.3,0 millardos que tiene con más de 460 contratistas, entre los cuales se cuentan unos 8.300 tercerizados.Pero, este préstamo tiene un lado oscuro: Que el mecanismo escogido para hacerse de los recursos haya sido que el BCV financie directamente las deudas del Gobierno.Como lo podría certificar cualquier estudiante de primer año de economía, se trata de un mecanismo que se traducirá en una inflación cada vez mayor y el eventual colapso del sistema monetario del país.Esta no es la primera vez que el BCV financia al Gobierno de Hugo Chávez.Esta mala praxis la viene aplicando el Gobierno desde que Chávez le pidió el "millardito" aquél al BCV en 2005. Desde entonces, el BCV le ha traspasado $44,6 millardos de sus reservas internacionales al Fonden, un fondo de manejo opaco con el cual el Gobierno financia parte de sus gastos. Lo más grave es que, como resultado de estos inconstitucionales e irregulares traspasos, el ente emisor está técnicamente en quiebra, ya que sus pasivos exceden a sus activos por un amplio margen.La avidez de dinero del Gobierno ha llegado al colmo de hacer reformas tras reformas a la Ley del Banco Central, para darle visos de legalidad a la sustracción de fondos del ente emisor. La última de estas reformas fue la de inicios de este año, según la cual el BCV puede participar en todo tipo de operaciones de crédito, ya sea directamente con el sector privado o para beneficiar directamente operaciones y actividades que el Gobierno señale como "prioritarias" o "estratégicas", lo que puede ser cualquier cosa.No importó al legislativo que al facilitar el financiamiento para operaciones del Gobierno se violara el artículo 320 de la Constitución y el artículo 1 de la Ley del BCV, que prohíben expresamente al BCV financiar los déficits fiscales. Lo que sí, es que esta es la primera vez que el financiamiento se hace directamente entre el BCV y una empresa estatal.Si este lamentable hecho se deja pasar sin que, con sus protestas, los conocedores del tema obliguen al BCV a echar para atrás, sería el fin definitivo de la autonomía del BCV con lo cual no habrá cómo impedir que la inflación llegué eventualmente a tres dígitos ni que colapse el sistema monetario.Más lamentable aún es que a raíz del pago los trabajadores celebran y ratifican su apego a la revolución, sin entender que estos recursos que hoy les pagan son pan para hoy y hambre para mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario