El país está conmocionado desde que salió a flote el caso de los alimentos encontrados en estado de descomposición dentro de containers de PDVAL, filial de PDVSA, y otras entidades del Gobierno. Ya van 130.000 toneladas de comida podrida halladas en varias regiones del país (y siguen apareciendo más cada día), dentro de puertos, depósitos y centros de distribución controlados por el Gobierno y "asesores" cubanos. Pero desde la Presidencia de la República, la de PDVSA, la roja Asamblea Nacional, la Defensoría del Pueblo y la Fiscalía General de la República, se ha negado la gravedad del asunto. Para éstos "no hay nada que investigar".El Gobierno tratando de exculpar al Presidente de PDVSA y al propio Presidente de la República, encarcelaron y están enjuiciando a Luis Enrique Pulido, el ex gerente general Ronald Flores y la ex directora ejecutiva de operaciones, Vilyeska Betancourt, otro par de funcionarios de baja graduación más. Los chinos de Pudreval.Sin embargo, la situación pica y se extiende.Esta semana la Comisión de la Verdad, conformada por la bancada parlamentaria de Podemos y el Movimiento Ecológico de Venezuela para investigar irregularidades en PDVAL y contrarrestar el silencio de los rojos legisladores, dio a conocer un informe de auditoría interna de PDVSA, que sería del conocimiento del Presidente de PDVSA, Rafael Ramírez y del presidente Chávez desde mediados de 2009. El dato más escandaloso de este informe, es que los alimentos comprados con sobreprecios ni siquiera llegaron a su destino, los sectores más pobres que compran en la cada vez más desabastecida Red Mercal.Entre el sin fin de irregularidades que revela el informe se cuenta que en el proceso de adquisición de alimentos que llevaron a cabo distintas filiales de PDVSA, entre noviembre de 2007 y junio de 2008, el sobreprecio estimado en las compras de alimentos llegaría a $54 millones.Se afirma que en una sola compra de 5.000 Tm de alimentos, Bariven y Pdvsa Services, INC (PSI), habrían pagado $10 millones de sobreprecio, al no considerar una oferta por $2.950 por Tm., y preferir una con un precio de $4.958 dólares por Tm. El informe también denuncia "deficiencias en el control de recepción de mercancía" que provocaron una diferencia de $10 millones por costos asociados a pedidos pagados y recibidos de 3.047 Tm de alimentos. Así como pago de adelantos sin garantía a los proveedores por $110 millones; altos costos de traslados de leche; empresas de maletín creadas por venezolanos relacionados con el Gobierno en Argentina, Brasil y Uruguay encargadas de comprar para PDVAL; que de las 10 empresas con los pedidos más grandes, seis eran intermediarios y apenas cuatro son productores; y pare de contar. Además el informe confirma una verdad de Perogrullo que "Bariven no poseía los controles, la pericia ni la estructura para el manejo adecuado de los alimentos". Este camino revolucionario de corrupción y complicidades automáticas va en contravía a la pregonada seguridad alimentaria.
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