Un grupo de ex ministros y expertos venezolanos denunció este viernes el contrato firmado entre el gobierno de Hugo Chávez y un consorcio español para renovar la línea 1 del metro de Caracas, aduciendo abundantes "irregularidades" en la atribución de este millonario proyecto.
"Vamos a dirigirnos a la Fiscalía para pedir oficialmente que haga una averiguación. Este acto debe ser analizado a fondo porque hay demasiadas cosas en juego y los venezolanos vamos a pagar las consecuencias", declaró a la prensa Nelson Socorro, ex procurador general.
El Gobierno Nacional atribuyó en 2009 este proyecto al consorcio español Consorcio Español Metro (CSM), que contaría para las obras con un total de 1.863 millones de dólares, según la cifra divulgada oficialmente. Las obras no comenzaron hasta el momento.
Para los expertos, en este proceso no se respetó la ley de licitaciones y el consorcio español fue elegido "a dedo" por el presidente Chávez. Además y según ellos, hubo "irregularidades" con respecto a los plazos establecidos, las competencias de las empresas, los documentos presentados e incluso el tipo de cambio usado en el documento.
"Debido al interés nacional debería haber habido lugar para varios candidatos (...) Desde 1999 parece que la planificación de las obras públicas venezolanas no existiera", lamentó el ex ministro de Planificación, Werner Corrales.
Además, una de las empresas, Constructora Hispánica es investigada en España en la llamada trama Gürtel, que implica a varios responsables y ex cargos públicos del Partido Popular (PP, derecha, en la oposición) que supuestamente aceptaron regalos y comisiones por parte de varias empresas que recibieron a cambio contratos de organización de eventos y un trato favorable.
En el proyecto de renovación del metro de Caracas también estaba interesado el grupo francés Frameca, liderado por Alstom, que aparecía como el claro favorito puesto que fueron los constructores del metro de Caracas, que se inauguró en 1983.
Además, su propuesta incluía la renovación de la línea, pero también transferencia tecnológica y formación.
Más de un millón de personas se desplazan diariamente en el metro de Caracas, una ciudad colapsada por el tráfico.
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