Este lunes 30 de agosto falleció el productor agropecuario Franklin Brito.
Brito murió a los 49 años, en manos del Gobierno de Hugo Chávez, al estar secuestrado en el Hospital Militar por un "amparo" del Tribunal 23 de Control dictado "para preservar su vida" a solicitud de la Fiscalía General de la República.
En los últimos seis años Brito realizó unas ocho huelgas de hambre, todas y cada una de ellas para exigirle al Gobierno de Chávez que le restituyera sus derechos sobre la propiedad de sus tierras y le diera una justa indemnización por habérselas arrebatado ilegalmente en 2003. Pero, Brito, murió esperando un pronunciamiento que nunca se dio.
El mismo lunes en la noche la Familia Brito Rodríguez emitió un comunicado en el cual expresa, entre otros, que Franklin Brito no ha muerto. Que "Franklin vive en la lucha del pueblo venezolano por el derecho a la propiedad, el acceso a la justicia, por la vida en libertad y el respeto de los gobiernos a los derechos humanos, colectivos e individuales. Franklin Brito deja de ser carne para convertirse en símbolo y bandera para todos los atropellados por la soberbia del poder, para los ofendidos por la prepotencia de los gobernantes, para los que creen que la verdad y la justicia están siempre por encima de circunstancias y conveniencias".
Que "el Gobierno del presidente Hugo Chávez ignoró la petición de Franklin, el clamor de su familia y los llamados de los organismos internacionales para permitir que tuviera acceso a asistencia médica elegida por él mismo y, por lo tanto, merecedora de su confianza". "Su consciente sacrificio no será en vano mientras los hijos de Venezuela estén también dispuestos a defender el patrimonio físico y moral de la Nación".
Afirman los Brito Rodríguez que "por ahora, sepa Venezuela que a Franklin Brito no pudo vencerlo la agresión, no pudo atemorizarlo la amenaza ni pudo doblegarlo la oferta corrupta. Por eso y por mucho más, en estos tiempos de muerte y dolor Franklin Brito es símbolo de decencia y vida".
VenEconomía se une al duelo de la familia Brito Rodríguez y al de Venezuela que hoy pierde a un venezolano, por la ignominia de un régimen que pone soberbiamente sus mezquinos intereses políticos por encima de la vida humana y la Ley.
Cuando se escriba la historia de esta negra etapa de Venezuela, no podrán Hugo Chávez y sus secuaces quitarse de encima el peso de la culpa de la muerte evitable de Franklin Brito, un hombre que sacrificó su joven vida en defensa de sus derechos, sin claudicar en sus principios y valores.
Brito murió a los 49 años, en manos del Gobierno de Hugo Chávez, al estar secuestrado en el Hospital Militar por un "amparo" del Tribunal 23 de Control dictado "para preservar su vida" a solicitud de la Fiscalía General de la República.
En los últimos seis años Brito realizó unas ocho huelgas de hambre, todas y cada una de ellas para exigirle al Gobierno de Chávez que le restituyera sus derechos sobre la propiedad de sus tierras y le diera una justa indemnización por habérselas arrebatado ilegalmente en 2003. Pero, Brito, murió esperando un pronunciamiento que nunca se dio.
El mismo lunes en la noche la Familia Brito Rodríguez emitió un comunicado en el cual expresa, entre otros, que Franklin Brito no ha muerto. Que "Franklin vive en la lucha del pueblo venezolano por el derecho a la propiedad, el acceso a la justicia, por la vida en libertad y el respeto de los gobiernos a los derechos humanos, colectivos e individuales. Franklin Brito deja de ser carne para convertirse en símbolo y bandera para todos los atropellados por la soberbia del poder, para los ofendidos por la prepotencia de los gobernantes, para los que creen que la verdad y la justicia están siempre por encima de circunstancias y conveniencias".
Que "el Gobierno del presidente Hugo Chávez ignoró la petición de Franklin, el clamor de su familia y los llamados de los organismos internacionales para permitir que tuviera acceso a asistencia médica elegida por él mismo y, por lo tanto, merecedora de su confianza". "Su consciente sacrificio no será en vano mientras los hijos de Venezuela estén también dispuestos a defender el patrimonio físico y moral de la Nación".
Afirman los Brito Rodríguez que "por ahora, sepa Venezuela que a Franklin Brito no pudo vencerlo la agresión, no pudo atemorizarlo la amenaza ni pudo doblegarlo la oferta corrupta. Por eso y por mucho más, en estos tiempos de muerte y dolor Franklin Brito es símbolo de decencia y vida".
VenEconomía se une al duelo de la familia Brito Rodríguez y al de Venezuela que hoy pierde a un venezolano, por la ignominia de un régimen que pone soberbiamente sus mezquinos intereses políticos por encima de la vida humana y la Ley.
Cuando se escriba la historia de esta negra etapa de Venezuela, no podrán Hugo Chávez y sus secuaces quitarse de encima el peso de la culpa de la muerte evitable de Franklin Brito, un hombre que sacrificó su joven vida en defensa de sus derechos, sin claudicar en sus principios y valores.
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