CTP/Globovisión/AFP
La belga Kim Clijsters levantó un partido que pintaba mal, y con una de sus mejores demostraciones de este año venció a la estadounidense Venus Williams, tercera sembrada, en tres sets de 4-6, 7-6 (7/2), 6-4 para clasificarse a la final del Abierto de tenis de Estados Unidos.
Clijsters, segunda favorita, archivó su vigésimo triunfo consecutivo en los US Open e irá por su segundo título consecutivo el sábado ante la rusa Vera Zvonareva, octava sembrada, que sorprendió a la primera favorita, la danesa Caroline Wozniacki por 6-4, 6-3.
Clijsters y Wozniacki jugaron la final del pasado año en Flushing Meadows, donde la belga obtuvo su segunda corona, luego de la conseguida en 2005.
La reina de Flushing Meadows fue de menos a más en el partido, luego de que Venus le tomara la iniciativa en el primer set, y un parpadeo de 35 minutos se llevara la manga 6-4, tras quebrar a principios del tramo.
"Sabía que iba a ser un partido duro, y me mentalicé para ir a los tres sets. Siempre jugué con seguridad, y ella también lo hizo de forma extraordinaria", dijo Clijsters en el mismo court Arthur Ashe donde selló su vigésima victoria consecutiva en los US Open.
Tras el tropezón del primer cuadro, la belga recompuso su juego y comenzó a variar sus tiros, obligando a Williams a moverse por todo el court, lo que provocó que hicera la mayoría de los 50 errores no forzados del partido.
Clijsters le cambió la cara al encuentro cuando a principio del segundo set consiguió un importante quiebre, y repitió la dósis en la medianía, para adelantarse 4-2. Tras defender bien su servicio, la rubia europea puso el tramo en punto de mate al llevarse el séptimo game y colocarse con ventaja de 5-2.
Empero, la Venus de la Florida tuvo una reacción asombrosa y con un saque como cañón y tiros que parecían misiles, ganó en sucesión los siguiente cuatro games para empatar y caer en el 'tie-break'.
En el desempate, Williams perdió la compostura y comenzó a encajar sus tiros en la red, además de cometer dos costosas dobles faltas, que le dieron la victoria de la minimanga a Clisjters por 7-2.
Para el tercer set se palpaba la tensión en el estadio. Papá Williams se había levantado varias veces preocupado por los deslices de su hija en la cancha. Serena se mantenía en las gradas con semblante ídem al de su nombre, y el público se dividía en dos mitades entre Venus y Kim.
La belga levantó chispas al conseguir el quiebre del tercer game, que la puso delante 2-1, pero Venus no se entregó y siguió batallando para quebrar y empatar 4-4.
Tras un peleado game de 9 puntos, Clijsters volvió a destrozar el saque de su rival para adelantarse 5-4, lo cual desbalanceó a la Williams, que comenzó a meter tiros contra la red en su desesperación por no facilitarle los lances a la europea.
La campeona defensora se colocó en doble 'match point', pero sólo necesitó uno para definir el triunfo, un tiro por la línea, en la mano opuesta, que dejó a Venus clavada en el cemento, viendo como se le iba la final en esa última pelota.
Con este triunfo, Clijsters toma ventaja de 7-6 en sus enfrentamientos contra Venus Williams, a la que le ha ganado los últimos cinco partidos desde 2005.
Clijsters, segunda favorita, archivó su vigésimo triunfo consecutivo en los US Open e irá por su segundo título consecutivo el sábado ante la rusa Vera Zvonareva, octava sembrada, que sorprendió a la primera favorita, la danesa Caroline Wozniacki por 6-4, 6-3.
Clijsters y Wozniacki jugaron la final del pasado año en Flushing Meadows, donde la belga obtuvo su segunda corona, luego de la conseguida en 2005.
La reina de Flushing Meadows fue de menos a más en el partido, luego de que Venus le tomara la iniciativa en el primer set, y un parpadeo de 35 minutos se llevara la manga 6-4, tras quebrar a principios del tramo.
"Sabía que iba a ser un partido duro, y me mentalicé para ir a los tres sets. Siempre jugué con seguridad, y ella también lo hizo de forma extraordinaria", dijo Clijsters en el mismo court Arthur Ashe donde selló su vigésima victoria consecutiva en los US Open.
Tras el tropezón del primer cuadro, la belga recompuso su juego y comenzó a variar sus tiros, obligando a Williams a moverse por todo el court, lo que provocó que hicera la mayoría de los 50 errores no forzados del partido.
Clijsters le cambió la cara al encuentro cuando a principio del segundo set consiguió un importante quiebre, y repitió la dósis en la medianía, para adelantarse 4-2. Tras defender bien su servicio, la rubia europea puso el tramo en punto de mate al llevarse el séptimo game y colocarse con ventaja de 5-2.
Empero, la Venus de la Florida tuvo una reacción asombrosa y con un saque como cañón y tiros que parecían misiles, ganó en sucesión los siguiente cuatro games para empatar y caer en el 'tie-break'.
En el desempate, Williams perdió la compostura y comenzó a encajar sus tiros en la red, además de cometer dos costosas dobles faltas, que le dieron la victoria de la minimanga a Clisjters por 7-2.
Para el tercer set se palpaba la tensión en el estadio. Papá Williams se había levantado varias veces preocupado por los deslices de su hija en la cancha. Serena se mantenía en las gradas con semblante ídem al de su nombre, y el público se dividía en dos mitades entre Venus y Kim.
La belga levantó chispas al conseguir el quiebre del tercer game, que la puso delante 2-1, pero Venus no se entregó y siguió batallando para quebrar y empatar 4-4.
Tras un peleado game de 9 puntos, Clijsters volvió a destrozar el saque de su rival para adelantarse 5-4, lo cual desbalanceó a la Williams, que comenzó a meter tiros contra la red en su desesperación por no facilitarle los lances a la europea.
La campeona defensora se colocó en doble 'match point', pero sólo necesitó uno para definir el triunfo, un tiro por la línea, en la mano opuesta, que dejó a Venus clavada en el cemento, viendo como se le iba la final en esa última pelota.
Con este triunfo, Clijsters toma ventaja de 7-6 en sus enfrentamientos contra Venus Williams, a la que le ha ganado los últimos cinco partidos desde 2005.
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