La humillante realidad a la que se enfrentó Hugo Chávez el 26 de septiembre lo impulsó a darle un masaje internacional a su ego. Así el 13 de octubre emprendió un periplo por Europa y Asia, sin que el país supiera a ciencia cierta a qué iba.Este arrumaco al ego presidencial puede ser entendible, no debe ser fácil para la petulancia hegemónica del mandatario confrontar la pérdida de su plebiscito. Lo grave es el costo tan dantesco que terminará teniendo esta sesión de masajes, así como la falta total de transparencia y definición de objetivos que rodea tanto a este periplo de Chávez como a los acuerdos que está contrayendo.Es muy difícil conocer la cuantía, trascendencia y secuelas de los mismos si el Gobierno no informa sobre sus negociados, ni siquiera de aquéllos que obliga la Constitución a someter a consulta de la Asamblea Nacional y de los ciudadanos.Por los medios de comunicación los venezolanos se enteraron que Chávez le vendió por $1,6 millardos a Rusia el 50% de la participación que Venezuela tenía en la refinería Ruth Oil. Esta negociación fue hecha de espaldas al país, al cual no se le ha dado detalle alguno sobre cómo se llegó a tasar ese precio. Humberto Calderón Berti, ex ministro de Energía y Petróleo y ex presidente de PDVSA, indica que el valor real de Ruth Oil es el doble o triple de lo acordado. Menos aún se ha informado en qué se va a invertir ese dinero. La prensa también reflejó que Chávez compró 35 tanques rusos que, según los entendidos, son obsoletos y no tienen ningún valor estratégico para el país. Su éxtasis también llevó a Chávez a anunciar que construiría una planta nuclear con Rusia, la que se sumaría al primer reactor nuclear que construyó el IVIC hace 50 años. El "detalle" es que ahora no se sabe ni el más mínimo detalle sobre el costo, la tecnología o el uso que tendrá este proyecto nuclear. Lo que sí se sabe es que América Latina está llena de proyectos nucleares inconclusos que han costado a sus países millones de dólares.No conforme con este desenfreno en Rusia, cuando llegó a Belorusia, le aseguró al dictador Alexander Lukashenko que le suministraría petróleo venezolano por los próximos dos siglos. ¿Quién autoriza a Chávez para hacer este tipo de compromiso por siglos?Aún falta por conocer qué otros oscuros compromisos contraerá en lo que resta de su gira por Irán, Siria, Portugal. Cuando Chávez regrese la próxima semana, seguramente su ego vendrá más inflado, si eso cabe dentro de lo posible. Lamentablemente, el país no sabrá aún cuál es el monto de la hipoteca que dejó el masaje del ególatra a varias generaciones futuras de venezolanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario