viernes, 12 de noviembre de 2010

Contra la mujer

Hemos visto cómo se acaba de cometer un hecho desquiciante y perversocontra la jueza María Lourdes Afiuni, quien durante 11 meses ha sido maltratada de formas infrahumanas


Por: Alicia Villamizar/TalCualDigital
Uno de los rasgos sobresalientes del régimen de HugoChávez ha sido el maltrato continuado contra la mujer.

Los venezolanos hemos presenciado –calladamente– cómo desde los más altos cargos públicos se usa un verbo grosero y libidinoso que ultraja lo sagrado del honor femenino.

Hemos presenciado maltratos físicos a manos de militares hombres e incluso de militares mujeres, en uso abusivo de una superioridad de fuerza y armas como jamás nuestra historia contemporánea había registrado.

Hemos presenciado cómo se articulan convenios y acuerdos de la más diversa naturaleza con el régimen iraní, cuna del más aberrante trato hacia la mujer, donde ésta no vale nada, y está sujeta a un salvajismo que sobrepasa con creces los más desalmados tratos que puedan infligirse a cualquier ser viviente.

Como la rareza siempre nos toma desprevenidos –aunque ya nada de este régimen pueda sorprendernos–, el lunes 8 de noviembre de 2010 ocurre un hecho por demás insólito, desquiciante y perverso, cometido contra la señora jueza María Lourdes Afiuni, vilmente acusada del "delito" de haber dictado una sentencia que no le gustó al régimen.

Ha sido arbitrariamente y anticonstitucionalmente apresada y maltratada de formas infrahumanas durante los 11 meses que lleva en prisión.

La nota de prensa del día de hoy (www.globovisión.com.ve) indica que "Militares pretendían ingresar a examen de citología de jueza Afiuni... Mi hermana tuvo que hacerse la mamografía con el teniente y los guardias nacionales adentro, agregó el hermano de la Jueza, Nelson Afiuni. Afiuni indicó que 20 efectivos pretendían ingresar a la citología, a lo que el médico se negó".

Si este hecho –perverso y un crimen grave contra la privacidad de una mujer (todas las mujeres sabemos lo infinitamente delicado e íntimo que resulta un examen ginecológico y uno de mamas) nos mueve a la protesta firme y clara de la sociedad venezolana, entonces debo concluir muy apesadumbrada– que esta tierra realmente ha sido "arrasada" por el cáncer del comunismo.

Ese mismo comunismo que somete a millones de mujeres chinas de las zonas rurales, a la castración más humillante y riesgosa, si osan tener más de dos hijos.

China e Irán (por sólo nombrar a dos ejemplares de marras) podrán mostrar grandes avances en su desarrollo económico, pero éste se levanta sobre millones de osamentas blancas e inocentes que –al igual que la tos, el dinero y la basura– no se pueden ocultar. Sin embargo, todo esto ha ocurrido con la venia y la complicidad de la comunidad internacional.

Levanto mi protesta, mi rechazo y mi indignación por estenuevo acto bochornoso e inaceptable cometido contra una mujer venezolana, a la que además se mantiene privada de su libertad en condiciones violatorias del orden constitucional.

Una vez más, son los militares venezolanos los protagonistas de un crimen que deberá ser sumado a la larga lista de vejámenes que han cometido bajo el lema "patria, socialismo o muerte".

No hay comentarios:

Publicar un comentario