Los analistas que piensan que la Asamblea Nacional le serviría una nueva Ley Habilitante a Hugo Chávez para que éste legisle a su antojo, podrían quedarse esperándola.
Tal es la sumisión de la mayoría parlamentaria que Chávez no requiere que lo habiliten para aprobar cuanta ley le venga en ganas, ya que allí tiene a los diputados "rojos, rojitos" para que alcen su mano en la "señal de costumbre".
Este jueves 11 de noviembre, esta práctica legislativa express llegó al límite del descaro cuando, para sorpresa de casi todos los diputados incluyendo los chavistas, se introdujo en la Plenaria de la Asamblea Nacional un proyecto de Ley de Instituciones del Sector Bancario, a la cual se le dio urgencia parlamentaria. En la tarde ya la Ley estaba aprobada en primera discusión.
Apartando la gravedad de esta práctica legislativa inconstitucional y antidemocrática, la Ley de Instituciones del Sector Bancario que aprobarán antes de que la hegemonía chavista termine su período en diciembre, tiene como fin eliminar la banca privada en Venezuela.
La Ley norma un sin fin de aspectos que entorpecen el buen funcionamiento de los bancos, pero lo central, la médula de la Ley es que tipifica que el servicio bancario es un "servicio público", dándole la intencionalidad de que al ser público es competencia del Gobierno. Esto se complementa al establecer que todos los bienes de los bancos son de utilidad pública. Con este mandato se pretende dejar al Gobierno la potestad de declarar la expropiación (léase confiscación) a toda entidad bancaria, sin cumplir los requisitos previos que ordena la Constitución.
Un símil de lo que espera al sector bancario con esta ley, se tiene en las arbitrariedades cometidas contra toda la cadena agroalimentaria, gracias a la Ley de Seguridad y Soberanía Agroalimentaria. O lo que acontece en el sector vivienda, gracias a la Ley del Régimen Prestacional de Vivienda y Hábitat. Ambas leyes declararon a sus respectivos sectores de "utilidad pública e interés social": la patente de corso para la apropiación de empresas a discreción.
La Ley también elimina al Consejo Bancario Nacional, un ente autoregulador del sector integrado por representantes de todos los bancos públicos y privados del país. Sus atribuciones pasan a la Superintendencia de Bancos, quien fungirá de ente supercontrolador del sector.
Adicionalmente, se eliminan los bancos comerciales, las entidades de ahorro y préstamo y la banca hipotecaria, y se crean los bancos de las microfinanzas. Se concentra la Banca Universal y se eliminan los bancos de inversión, que son los que dan financiamiento a largo plazo a las empresas. Para VenEconomía esto tiene su lógica, ya que en un país donde se eliminó el mercado de capitales ¿para qué se requiere de una banca de inversión?
En suma: Este jueves se inició el camino que lleva al Gobierno a apoderarse de la banca privada. De allí en adelante el país y sus pobladores perderán toda posibilidad de crecimiento y desarrollo. El mar de la felicidad de Cuba cada vez está más cerca.
Tal es la sumisión de la mayoría parlamentaria que Chávez no requiere que lo habiliten para aprobar cuanta ley le venga en ganas, ya que allí tiene a los diputados "rojos, rojitos" para que alcen su mano en la "señal de costumbre".
Este jueves 11 de noviembre, esta práctica legislativa express llegó al límite del descaro cuando, para sorpresa de casi todos los diputados incluyendo los chavistas, se introdujo en la Plenaria de la Asamblea Nacional un proyecto de Ley de Instituciones del Sector Bancario, a la cual se le dio urgencia parlamentaria. En la tarde ya la Ley estaba aprobada en primera discusión.
Apartando la gravedad de esta práctica legislativa inconstitucional y antidemocrática, la Ley de Instituciones del Sector Bancario que aprobarán antes de que la hegemonía chavista termine su período en diciembre, tiene como fin eliminar la banca privada en Venezuela.
La Ley norma un sin fin de aspectos que entorpecen el buen funcionamiento de los bancos, pero lo central, la médula de la Ley es que tipifica que el servicio bancario es un "servicio público", dándole la intencionalidad de que al ser público es competencia del Gobierno. Esto se complementa al establecer que todos los bienes de los bancos son de utilidad pública. Con este mandato se pretende dejar al Gobierno la potestad de declarar la expropiación (léase confiscación) a toda entidad bancaria, sin cumplir los requisitos previos que ordena la Constitución.
Un símil de lo que espera al sector bancario con esta ley, se tiene en las arbitrariedades cometidas contra toda la cadena agroalimentaria, gracias a la Ley de Seguridad y Soberanía Agroalimentaria. O lo que acontece en el sector vivienda, gracias a la Ley del Régimen Prestacional de Vivienda y Hábitat. Ambas leyes declararon a sus respectivos sectores de "utilidad pública e interés social": la patente de corso para la apropiación de empresas a discreción.
La Ley también elimina al Consejo Bancario Nacional, un ente autoregulador del sector integrado por representantes de todos los bancos públicos y privados del país. Sus atribuciones pasan a la Superintendencia de Bancos, quien fungirá de ente supercontrolador del sector.
Adicionalmente, se eliminan los bancos comerciales, las entidades de ahorro y préstamo y la banca hipotecaria, y se crean los bancos de las microfinanzas. Se concentra la Banca Universal y se eliminan los bancos de inversión, que son los que dan financiamiento a largo plazo a las empresas. Para VenEconomía esto tiene su lógica, ya que en un país donde se eliminó el mercado de capitales ¿para qué se requiere de una banca de inversión?
En suma: Este jueves se inició el camino que lleva al Gobierno a apoderarse de la banca privada. De allí en adelante el país y sus pobladores perderán toda posibilidad de crecimiento y desarrollo. El mar de la felicidad de Cuba cada vez está más cerca.
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