PARÍS (AFP) - La criatura que posee los testículos más grandes, con respecto a su tamaño, es un insecto, una especie de saltamontes común, revela un estudio británico publicado este miércoles.
El saltamontes costero ('Platycleis affinis') posee testículos que representan cerca del 14% de su masa corporal. Para un hombre adulto, significaría atributos de al menos 10 kilos.
"No lográbamos creer en el tamaño de sus órganos. Daban la impresión de llenar todo el abdomen", confesó Karim Vahed, especialista en ecología del comportamiento de la Universidad de Derby.
El saltamontes costero supera, de lejos, a los otros 20 saltamontes estudiados por los investigadores británicos. Mientras que uno solo de sus testículos pesa 70 mg, el de su primo, el saltamontes pintado, alcanza 2,7 mg.
Como cosa curiosa, estas medidas fuera de lo común no permiten al insecto producir más esperma cuando fecunda a una hembra, contrariamente a una regla general admitida en la evolución de las especies.
Los testículos tienen en efecto tendencia a ser más voluminosos en las especies cuyas hembras poseen numerosas parejas. Ello permite al macho que produce más esperma tener una ventaja sobre sus rivales, puesto que así tiene más posibilidades de fecundar a la hembra y transmitir su material genético.
El saltamontes costero, cuya hembra tiene en promedio 23 parejas en el transcurso de sus dos meses de vida adulta, no habría debido escapar a esta regla, pero para sorpresa, los machos de testículos hipertrofiados producen menos esperma en cada eyaculación.
El estudio, publicado por el diario de la Royal Society, parece indicar que las gónadas desmesuradas de los machos de esta especie los capacitan para fecundar a un gran número de hembras sin quedarse cortos de esperma.
El saltamontes costero ('Platycleis affinis') posee testículos que representan cerca del 14% de su masa corporal. Para un hombre adulto, significaría atributos de al menos 10 kilos.
"No lográbamos creer en el tamaño de sus órganos. Daban la impresión de llenar todo el abdomen", confesó Karim Vahed, especialista en ecología del comportamiento de la Universidad de Derby.
El saltamontes costero supera, de lejos, a los otros 20 saltamontes estudiados por los investigadores británicos. Mientras que uno solo de sus testículos pesa 70 mg, el de su primo, el saltamontes pintado, alcanza 2,7 mg.
Como cosa curiosa, estas medidas fuera de lo común no permiten al insecto producir más esperma cuando fecunda a una hembra, contrariamente a una regla general admitida en la evolución de las especies.
Los testículos tienen en efecto tendencia a ser más voluminosos en las especies cuyas hembras poseen numerosas parejas. Ello permite al macho que produce más esperma tener una ventaja sobre sus rivales, puesto que así tiene más posibilidades de fecundar a la hembra y transmitir su material genético.
El saltamontes costero, cuya hembra tiene en promedio 23 parejas en el transcurso de sus dos meses de vida adulta, no habría debido escapar a esta regla, pero para sorpresa, los machos de testículos hipertrofiados producen menos esperma en cada eyaculación.
El estudio, publicado por el diario de la Royal Society, parece indicar que las gónadas desmesuradas de los machos de esta especie los capacitan para fecundar a un gran número de hembras sin quedarse cortos de esperma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario