Foto: La Tribuna de Honduras
Fuerzas de Estados Unidos, Francia y Reino Unido comandan la intervención armadas para defender a los civiles de las acciones del gobierno de Muamar Gadafi.
EL UNIVERSAL
Argel.- Los disparos de las baterías antiaéreas de Trípoli volvieron a oirse esta noche, la tercera desde que comenzaron los ataques aéreos de la coalición, según informó en directo desde la capital libia la cadena de televisión qatarí Al Yazira.
Fuerzas leales a Muamar Gaddafi rodearon Misrata, el único bastión rebelde en el oeste de Libia, en un ataque que dejó al menos nueve muertos e interrumpió el acceso al suministro de agua, dijeron el lunes residentes, señaló Reuters.
El primer ministro ruso, Vladimir Putin, dijo que la resolución de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que autoriza el uso de fuerza en Libia recuerda a "los llamados medievales para las cruzadas" y China aumentó sus críticas, mientras las fuerzas occidentales se preparaban para pasar de los ataques a las patrullas aéreas.
La primera ola de ataques del sábado detuvo el avance de las fuerzas de Gadafi en Benghazi e impactó las defensas aéreas de Libia a fin de permitir que aviones occidentales patrullaran los cielos del país, pero los rebeldes no han logrado avances inmediatos en el terreno.
El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo en una visita oficial en Santiago de Chile que su país espera transferir el liderazgo militar en Libia a sus aliados en cuestión de días. "Anticipamos que esta transición tendrá lugar en cuestión de días y no en cuestión de semanas", dijo el mandatario en conferencia de prensa.
El primer ministro británico, David Cameron, expresó que la idea es transferir el comando de la coalición a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), pero Francia sostuvo que los países árabes no quieren que la alianza militar liderada por Estados Unidos quede a cargo de la misión.
Mientras los ánimos diplomáticos se caldeaban por la campaña, la violencia aumentaba en el terreno a pesar del cese al fuego declarado por el Ejército de Gadafi.
"Los residentes de Misrata salieron a las calles y al centro de la (ciudad) desarmados, en un intento de evitar el ingreso de las fuerzas de Gadafi", dijo una fuente por teléfono.
"Cuando se juntaron en el centro, las fuerzas de Gaddafi comenzaron a dispararles con artillería y armas. Cometieron una masacre. El hospital nos dijo que al menos nueve personas murieron", agregó el residente, que se identificó como Saadoun.
El reporte no pudo ser verificado de forma independiente debido a que las autoridades libias impedían que los periodistas llegaran a Misrata.
En una aparición en la televisión libia el domingo, Gaddafi prometió a sus enemigos una "larga guerra" después de que la ONU autorizó la intervención en la revuelta contra su mandato de 41 años en la nación norafricana productora de petróleo.
Funcionarios en Trípoli dijeron que un misil lanzado en la segunda ola de ataques para matar a Gadafi había destruido su complejo fortificado, que fue intensamente bombardeado durante el Gobierno del ex presidente estadounidense Ronald Reagan en 1986.
"Fue un bombardeo bárbaro", dijo el portavoz del Gobierno Musa Ibrahim, mostrando las piezas de escombros que según dijo fueron dejados por el misil. "Esto contradice (las declaraciones) de estadounidenses y occidentales... de que no tienen como blanco a este lugar", aseveró.
La coalición militar que está implementando una zona de exclusión aérea disparó entre 10 y 12 misiles contra blancos durante la noche, dijo el lunes Vince Crawley, portavoz del Comando Africa de Estados Unidos.
El número de ataques se redujo significativamente en comparación con las noches previas. El sábado temprano, las fuerzas occidentales dispararon 110 misiles contra 22 blancos.
"Pasamos las primeras 24 horas estableciendo las condiciones de una zona de exclusión aérea y ahora estamos en la transición hacia una postura de patrullaje", explicó Crawley.
El jefe de las Fuerzas Armadas británicas negó que Gadafi fuera un objetivo. "Absolutamente no. No está autorizado por la resolución de la ONU y no es algo que quiera seguir discutiendo", dijo el general David Richards a la cadena BBC.
Un funcionario estadounidense en Washington indicó que aún no era claro cuál había sido la efectividad del ataque británico contra el complejo de Gadafi.
La segunda ola de ataques aéreos occidentales de la madrugada del lunes también impactó a las tropas de Gadafi alrededor de Ajdabiya, una ciudad estratégica situada en el este de Libia donde los rebeldes desean recuperar el control.
"Si no obtenemos más ayuda de Occidente, las fuerzas de Gadafi nos comerán vivos", dijo el combatiente rebelde Nouh Musmari.
Muchos expertos militares prevén que Gadafi recurrirá al uso de "escudos humanos" para proteger los tanques y la artillería, que han sido la parte más efectiva de su poderío.
En Misrata, los residentes dijeron que se había interrumpido el suministro de agua y que las tropas del Gobierno rodeaban la ciudad.
"Los soldados de Gadafi están obligando a personas de Zauiya, al Mahjoub y Al Ghiran a que salgan de sus casas y les están dando fotos de Gadafi y la bandera verde (oficial de Libia) para que griten (a favor) de Gadafi", declaró Hassan, un portavoz rebelde.
"Los están llevando a Misrata para poder entrar en la ciudad y controlarla usando a los civiles como escudos humanos porque saben que no vamos a disparar contra mujeres, niños y ancianos", dijo por teléfono.
Estados Unidos, que lleva adelante los ataques aéreos en una coalición con Reino Unido, Francia, Italia y Canadá, entre otros, dijo que la campaña estaba trabajando y desestimó un anuncio de cese al fuego del Ejército libio hecho el domingo por la tarde.
La intervención ordenada por la ONU tras una revuelta de un mes contra Muamar Gadafi llevó al secretario general de la Liga Arabe, Amro Mussa, a un aparente cuestionamiento sobre la necesidad de un intenso bombardeo, que según dijo causó la muerte de muchos civiles.
Sin embargo, Moussa dijo el lunes que la Liga respetaba la resolución de la ONU, al tiempo que subrayó la necesidad de proteger a los civiles.
Los rebeldes celebraron la segunda ola de ataques de Occidente.
"La comisión rechaza a tropas extranjeras en terreno pero alentamos el bombardeo al Ejército de Gadafi", dijo Ahmed El-hasi, un portavoz de la coalición opositora 17 de Febrero, quien está basado en el bastión rebelde de Benghazi, donde se inició la revuelta.
La intervención en Libia es la mayor contra un país árabe desde la invasión del 2003 a Irak.
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