Unos 50.000 católicos asistieron el lunes por la mañana a una nueva misa en la plaza San Pedro en honor de Juan Pablo II, un día después de su beatificación que atrajo a más de un millón de personas en Roma.
La misa fue celebrada por el número dos del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, que realizó una larga semblanza del "gran papa" polaco, y exhortó a cada cristiano a seguir su "enseñanza y su ejemplo".
Karol Wojtyla, subrayó el secretario de Estado en su homilía, "vivía su santidad, especialmente en los últimos meses y las últimas semanas (de su vida), de forma totalmente fiel a la misión que le fue confiada, hasta la muerte".
Como papa, añadió el prelado, Juan Pablo II "supo dar a la iglesia católica un alcance universal y una autoridad moral a nivel mundial, hasta entonces inimaginable".
Entre los miles de polacos presentes en este misa se hallaba el presidente Bronislaw Komorowski, que el papa Benedicto XVI recibirá en el palacio apostólico.
Tras la misa, la basílica de San Pedro fue reabierta al público para permitir a los fieles que desfilen ante el féretro de Juan Pablo II, expuesto ante el altar central de la basílica.
Colaboración: AFP/NTN24
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