Por: VenEconomía
Entre las informaciones manipuladas que Hugo Chávez dio durante su presentación de la Memoria y Cuenta de 2011, destaca su afirmación de que “aquí en Venezuela no hay presos políticos”, la cual complementó con comentarios como “esos presos no son de Chávez (…) yo no tengo responsabilidad sobre eso (…) aquí hay unos tribunales de justicia”.Pero, lo que mostró Chávez ese 13 de enero fue una mera caricatura de la realidad venezolana, la cual habla de que ya son muchos, demasiados en opinión de VenEconomía, los venezolanos privados de libertad “por motivos de conciencia o de poder” como lo define la Dra. Theresly Malavé, directora de la ONG Justicia y Proceso en Venezuela.
Para comenzar, el mandatario no reconoce que existen decenas de venezolanos que han sido enviados a prisión, están pagando casa por cárcel o fueron obligados a exiliarse, por supuestos delitos irreales y sin prueba alguna que los involucre en el supuesto delito del que se les acusa. Unos tras juicios manipulados, otros sin juicio por delante.
El hilo comunicante en estos casos es que en la mayoría de ellos se trata de una u otra manera de personas que disienten de sus políticas castrocomunistas.
Tanto así que, incluso, algunos de esos casos han sido reconocidos como políticos por diversas instancias defensoras de derechos humanos a nivel internacional. Uno de ellos, el de la exjuez María de Lourdes Afiuni, quien lleva dos años presa sin juicio, y a quien se reconoce como presa de Hugo Chávez debido a que éste la juzgó y sentenció públicamente en cadena nacional de radio y TV, por haber dictado apegada a Derecho una medida cautelar contra Eligio Cedeño, otro preso de Chávez.
Pero, son sólo el inicio de una larga lista de presos que acumula el Gobierno de Hugo Chávez, que incluye el caso de Afiuni, junto con otros muy sonados y emblemáticos como los de Alejandro Peña Esclusa, Otto Guebauer y los de los comisarios Iván Simonovis, Lázaro Forero y Henry Vivas.
Ahora, para muchos de ellos, esta situación de injusta prisión está pasando a una segunda etapa de injusticia y violaciones de derechos civiles y humanos.
Ejemplo, es el caso de los cinco policías metropolitanos Erasmo Bolívar, Luis Molina, Arube Pérez, Marco Hurtado y Héctor Rovaín (caso 11 de abril 2002) y el de Juan Bautista, Rolando y Otoniel Guevara (caso Asesinato Danilo Anderson) a quienes se les están negando los beneficios procesales – tales como la libertad condicional - establecidos en el COPP, para todo procesado que ha cumplido parte de su sentencia.
Obviamente, Chávez tampoco habló sobre la falta de autonomía del Poder Judicial y de los tribunales en tiempos de revolución, como lo han reconocido con “orgullo socialista” casi todos los representantes de esos poderes.
Pero, tras más de una década de persecución política, es muy difícil seguir ocultando con largas e insustanciales palabrerías las realidades que saltan a primera vista
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