Lo menos que podía hacer Edgar Ríos, comerciante valenciano de 39 años, era aprovechar la oportunidad para agradecerle a su mamá tan inusitado regalo. "Esta experiencia nunca la voy a olvidar", pronunció él antes de sentir como el barco italiano Costa Concordia golpeaba una roca. Así lo reseña el diario El Carabobeño
Ríos llegó a Europa el 4 de enero a finiquitar una deuda y visitar a su madre, que reside en Alicante, España. Pero ella lo invitó a Barcelona. Emprendió camino creyendo que iba al matrimonio de un amigo. Cuando el lunes 9 llegaron al puerto, le revelaron la verdad. ¡Sorpresa! Todo estaba listo para que embarcaran en el crucero de lujo Costa Concordia, sobre los mares Mediterráneo y Tirreno.
Al igual que la investigadora de la Universidad de Carabobo Isabel Rada, Edgar Jonás Ríos es uno de los dos valencianos, pasajeros de esa embarcación, que encalló y naufragó con más de 4 mil 200 personas a bordo (cinco venezolanos entre ellos) la noche del viernes 13 cerca de la isla de Giglio, Italia. El suceso que conmocionó al mundo ya cobra 11 víctimas.
Globovisión
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