ANTONIO MARIA DELGADO/ADELGADO@ELNUEVOHERALD.COM
El ex magistrado de la Corte Suprema de Justicia de Venezuela Eladio Aponte Aponte, quien fue destituido del cargo el mes pasado en medio de revelaciones sobre sus nexos con la cúpula del narcotráfico, se encontraba el martes en Washington cooperando con funcionarios de la Agencia Antidroga (DEA).
Aponte, cuyo paradero era desconocido hasta que comenzaron a surgir versiones el fin de semana de que se encontraba en Costa Rica, implicó en su testimonio a altos oficiales de la Fuerza Armada Bolivariana y a líderes del gobierno de Hugo Chávez con las operaciones del narcotráfico, afirmó una fuente cercana a la situación.
“Está brindando a las autoridades información detallada sobre el funcionamiento de las operaciones de narcotráfico en Venezuela”, indicó la fuente que habló bajo condición de anonimato.
“El magistrado declaró que éstas [operaciones] son dirigidas directamente por el ministro de Defensa [Henry Rangel Silva], el general Cliver Alcalá, [jefe de la Cuarta División Blindada del Ejército] y Diosdado Cabello [presidente de la Asamblea Nacional]”, añadió.
Alcalá y Rangel Silva ya habían sido incluidos en la lista elaborada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro por sus presuntos vínculos con el narcotráfico y organizaciones terroristas.
Cabello, por su parte, fue mencionado en los cables del Departamento de Estado divulgados por WikiLeaks como “uno de los principales polos de corrupción” en Venezuela.
Cabello actualmente encabeza el ala militar del chavismo y se perfila como el hombre de mayor influencia dentro del país después de Chávez, quien pasa la mayor parte de su tiempo en Cuba para tratarse el cáncer que padece.
Aponte partió en la madrugada del martes desde Costa Rica en un avión de la DEA, informó el viceministro de la Presidencia y jefe de la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS) de ese país, Mauricio Boraschi.
“Lo acompañamos a varias reuniones y se le entregó una carta de entrada a Estados Unidos. El no podía viajar a ese país porque su pasaporte no tenía la visa americana”, indicó Boraschi en declaraciones publicadas por el diario La Nación.
El jefe de la DIS señaló que Aponte viajó solo en el avión que partió en la madrugada del aeropuerto Juan Santamaría hacia Estados Unidos.
Aponte, quien se mantuvo en la clandestinidad antes de reaparecer en Costa Rica, fue destituido el 20 de marzo por la Asamblea Nacional ante acusaciones de que había suministrado credenciales a Walid Makled, un presunto narcotraficante descrito por la justicia estadounidense como “un capo de los capos de la droga”.
Según el diputado opositor Julio Montoya, Makled creó su imperio de drogas bajo la sombra de la “revolución bolivariana”, en sociedad con Aponte y otros funcionarios que aún ejercen gran influencia en el país.
“La de Makled quizás es la operación de narcotráfico más eficiente realizada en América, superior a la de Escobar Gaviria, del Cartel de Medellín”, comentó recientemente el diputado, añadiendo que las pruebas recaudadas hasta ahora muestran una cercana colaboración entre el empresario y algunos de los principales actores de la revolución.
Los documentos obtenidos en el apartamento de Makled demuestran que contaba con acceso directo a Aponte, quien estaba a cargo de las asignaciones de jueces en los estados fronterizos con Colombia y en Carabobo, desde donde operaba el hombre una vez descrito como “un empresario de la revolución”.
Makled también obtuvo control de operadoras de almacenes en Puerto Cabello, la principal terminal del país, y contaba con lo que vendría siendo su propia aduana, lo que le permitía introducir y exportar contenedores si que estos fuesen revisados por las autoridades.
Además, compraba a la estatal petroquímica Pequiven el equivalente de cientos de millones de dólares de urea, componente básico para la elaboración de cocaína.
Makled, quien actualmente es juzgado en Caracas, fue extraditado a Venezuela desde Colombia tras una serie de negociaciones diplomáticas entre los dos países para evitar que el empresario fuese extraditado a Washington.
Según informes de la firma privada de inteligencia Stratfor, divulgados por WikiLeaks, militares venezolanos ejercieron fuerte presiones sobre Chávez para que este evitara a toda costa que Makled fuera a parar a manos de la justicia estadounidense.
Makled había confesado a los medios de que altos oficiales del Ejército se encontraban directamente involucrados en el transporte de droga, por medio de aviones que despegaban diariamente desde el fronterizo estado Apure.
Esos altos oficiales temían la posibilidad de verse juzgados en las cortes estadounidenses si se permitía que Makled fuera enviado a Washington, donde podría negociar su testimonio a cambio de una reducción de su sentencia, precisó uno de los informes de Stratford filtrado por WikiLeaks.
Ese temor les llevó a solicitar una reunión con Chávez, señalaron los informes de Stratfor, compañía dedicada a brindar análisis de riesgo a clientes corporativos.
“Antes de que Chávez respaldara a Rangel [Silva], Rangel y el general de más alto rango [en ese momento] comparecieron ante Chávez y le preguntaron qué bando iba a escoger”, relató el informe sobre una reunión sostenida antes de que el presidente venezolano ascendiera a Rangel Silva a general en jefe, el más alto grado en la Fuerza Armada venezolana.
“Chávez no tenía más opción que hacer algo, como esta promoción, para demostrarle al resto que él no los iba a traicionar por el tema de Makled”, añadió el informe titulado VZ/Colombia – La estabilidad del régimen venezolano y Makled.
El Nuevo Herald
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