Un hombre de 49 años que había pedido dos semanas de vacaciones para acudir a las competiciones de los Juegos Olímpicos perdió la vida de un paro cardíaco mientras competía el equipo de Gran Bretaña
Un aficionado británico que había programado sus vacaciones laborales durante los Juegos Olímpicos para poder asistir a todos los días de competición murió el viernes de un ataque cardíaco en el velódromo Stratford, cuando el equipo de persecución local batió el récord del mundo y se llevó el oro.
Conrad Readman, de 49 años, sufrió un “colapso” en uno de los lavabos del recinto y fue atendido durante 23 minutos por un equipo sanitario antes de ser trasladado a un hospital de la capital británica, donde finalmente murió, informó un responsable del velódromo olímpico.
El espectador fue hallado durante la tarde en la que Victoria Pendleton se adjudicó el oro en la prueba de keirin y el equipo británico de persecución batió la plusmarca mundial para subir a los más alto del podio, dos victorias que enardecieron una vez más a los 6.000 aficionados que abarrotaban el velódromo la tarde del viernes.
Un diario local de Colchester, en el condado inglés de Essex, donde residía Readman, el “Colchester Gazette”, narró como el hombre “había estado esperando a que llegaran los Juegos Olímpicos desde que se anunciaron (hace siete años). No hubo ni un día desde entonces en que no se mostrara entusiasmado por ello”, narró la madre del espectador al rotativo.
“Nunca tuvo problema alguno con su corazón y hacía 15 años que no tenía que ir al médico. Murió mientras hacía algo que amaba”, relató la mujer.
Cort. TalCualDigital
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