Accidentes van accidentes vienen, y la aerolínea del pueblo todavía no se digna a acomodar sus aviones por lo que el pueblo se pregunta ¿A dónde van los reales del mantenimiento?
¿Qué tragedia tiene que ocurrir para que a Conviasa decidan meterle la lupa a fondo? No solamente la aerolínea vive con números rojos por el desastre administrativo, evidenciado en los créditos adicionales del gobierno para reflotarla, sino que sus condiciones técnicas son más que cuestionables.
Ayer volvimos a ver cómo uno de los aparatos sufría un desperfecto. Fue en Valera durante el despegue, cuando apareció una falla en el tren de aterrizaje, la explosión de unos cauchos y el obligado frenazo y desvío a manos del piloto para evitar algo peor.
El avión terminó cerquita de un barranco y los pasajeros todos asustados, cosa normal y justificada. ¿Veremos a algún representante del Estado, dueño de esta empresa, explicar con detalles el evento y ofrecer garantías de su funcionamiento? Cuesta arriba, lo sabemos.
¿A dónde van los reales de mantenimiento, repuestos y demás? El olor a caucho quemado no tapa el olor a guiso. Qué miedo.
Cort. TalCualDigital
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