FOTOS GUSTAVO BANDRES |
Un tema de moda, ideología o simplemente negocio. Las colas en hora pico se han convertido en el escenario perfecto para la venta de gorras tricolores y el centro de Caracas figura como "punto de referencia" de quienes desean obtener algún souvenir de la tanda oficialista. A 21 días de las elecciones presidenciales, la campaña no solo figura en murales y afiches sino que los comerciantes se han pegado a lo que está de moda.
La oferta va desde la clásica gorra, camisa y afiches hasta algunas más novedosas como forros de celulares y cds con cada una de las canciones de la campaña de los dos principales candidatos a la presidencia.
A lo largo de la Francisco Fajardo, a la altura de la Plaza Venezuela, en La Carlota, Las Mercedes y Petare, el panorama es similar: los comerciantes informales cambiaron las películas y accesorios telefónicos por lotes de gorras amarillo, azul y roja con ocho estrellas.
"Uno está donde está la plata", dice Yumer Arteaga, quien exhibe en una mano tickets de lotería y en la otra una fila de gorras: "Cuando cerraron RCTV yo también estaba aquí con mi gorra del canal".
"La polémica de la gorra prohibida desató las ventas, por eso yo me anoté en el negocio", confesó Anyelina Ramos, quien también se dedica al comercio informal en la avenida Luis Roche de Altamira, donde se han instalado unos seis comerciantes con el mismo producto.
Tricolores o rojas el promedio de venta es de 20 gorras diarias. Aunque Arteaga afirma que en un fin de semana puede vender 50 de las "del progreso". El precio de estas oscila entre Bs 80 y Bs 150, depende de la calidad de la tela y el bordado.
Ante la interrogante de por qué las rojas no se venden en las vías, Giovanni Rentería, comerciante informal en la autopista, responde "Estos (la oposición) son los que compran".
"Las rojas las regalan. Vas a una marcha y te las dan", remató a su lado Bryan Uribe.
En el centro de Caracas, muchos optaron por incluir entre sus productos opciones alusivas a la campaña presidencial.
José Matías tiene 13 años expendiendo forros y carcasas de celulares y desde hace unas semanas exhibe colgados en su anime modelos que incluyen fotos de los candidatos, Henrique Capriles Radonski y Hugo Chávez Frías, con los respectivos lemas de "Hay un camino" y "Corazón de mi patria".
"Esto me los trae un distribuidor de Maracay. Al principio fue un lote de prueba, pero como se colocaron seguí trayendo", aseguró Matías, que vende cada forro a Bs 50 pero admitió que a los de Capriles les aumenta unos Bs 10 o Bs 20 porque "ellos tienen más plata".
En Candelaria, un vendedor de cds con siete años dedicado al comercio informal ofrece por Bs 7 un disco con las canciones que más han sonado durante la campaña de cada candidato. "Eso es de toda la vida, cada vez que hay elecciones".
Frente a la capilla de Santa Teresa, Marcos Ortega lleva 12 años ofreciendo artículos de propaganda oficialista. "Casi desde que llegó mi comandante". Él coincide con los otros comerciantes sobre que en estos meses de campaña las ventas han aumentado.
La gorra con el bordado de "Corazón de mi patria" es la más buscada. "De esas he vendido 500 en dos meses". Mientras que la franela con los ojos del Presidente es el diseño preferido entre otras con el rostro completo, estrellas rojas y hasta la figura del Che. Ambos productos cuestan Bs 60.
Encuesta en la calle
"Por cada 20 de Chávez salen 100 de Capriles", afirmó el comerciante de cds en Candelaria. Pero no todos creen que quien vende más sea una forma de medir la intención de voto. Hay quienes usan el alegato de que los opositores son quienes tienen para comprar, mientras otros se limitan a opinar que Capriles tiene mucha gente.
Lo cierto es que desde que inició la campaña, hace un par de meses, la venta de artículos electorales se ha convertido en un negocio lucrativo. Mientras en este tiempo Ortega dice haber colocado 500 gorras rojas, los de las "del progreso" se aventuran a decir que sus han colocado 2.000 artículos.
El rebusque
Otra variante de la campaña vista como una oportunidad mercantil se vive también en muchas oficinas de la capital, con empleados de cualquier empresa que ofrecen a sus colegas mercadería electoral.
Mientras en ministerios y dependencias públicas se utiliza la figura del Presidente en todas sus presentaciones, en las empresas privadas existe un objeto que se ha convertido en el caballito de batalla del candidato opositor: la gorra tricolor.
Conseguirla, sin embargo, no ha sido tan fácil para estos pequeños comerciantes. Omar Miranda cuenta que estuvo varias semanas intentando comprar un lote de gorras para revenderlas a sus compañeros de oficina, y las buscó en grandes distribuidores de Guatire, Valencia y Caracas, pero le decían que no había porque el Gobierno había parado su importación (las gorras vienen de China). Incluso le llegaron a decir que en aduana tenían retenido un gigantesco lote de un millón de estos artículos.
Finalmente logró conseguir un bulto de cien gorras en un mayorista en Caricuao, y ahora las ofrece entre sus colegas. Cuenta que lo ideal es que éstas no tengan ningún eslogan político, pues así podrán ser utilizadas sin problema el día de la votación. Y de esa manera, además, cada quien podrá bordarle lo que quiera. El precio de las mismas a nivel de mayorista oscila entre 45 y 90 bolívares. Las más caras son las que tienen cierre mágico y tienen en relieve las estrellas y el escudo nacional.
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