Chávez se mostró enérgico en el inicio de la campaña.
"Estoy libre de cáncer". Con esas palabras, el presidente Hugo Chávez dio el pistoletazo de salida a la campaña electoral. Y tuvo un efecto inequívoco: dejó de hablarse de su enfermedad y pasó a discutirse sobre lo que los venezolanos se juegan el 7 de octubre.
La declaración del mandatario se produjo justo un año después de revelar que padecía una enfermedad que ha sido tratada como secreto de Estado. Lo dijo un més después de su última sesión de radioterapia en Cuba, donde fue sometido a tres intervenciones quirúrgicas.
Entonces, comenzaron a multiplicarse las apariciones públicas del mandatario, cantando y hasta bailando, de nuevo con maratónicos discursos. Su aspecto enérgico sacó del primer plano de la actualidad la dolencia que tanto mermado su presencia pública durante los últimos meses.
Sin embargo, en los más de dos meses de campaña, los actos de Chávez han sido menos frecuentes que los del aspirante opositor, Henrique Capriles. El balance de Chávez hasta ahora es de poco más de una decena de mítines y un número similar de actos como jefe de Estado.
Como él mismo ha reconocido, ya no es aquel "caballo desbocado" de energías infinitas que hacía campaña sin parar. El incansable político capaz de recorrer su país varias veces, el "huracán" que fue.
En esta campaña, sus apariciones públicas se producen normalmente cada dos o tres días, algunas en su condición de candidato otras como presidente.
Eso frente a las contra las dos o tres "caravanas" diarias de su contrincante, que lleva un ritmo frenético con actos públicos casi constantes y por todo el país. Capriles asegura haber visitado 240 pueblos en lo que va de contienda.
Y aunque precisamente fue la imagen saludable que exhibió en sus apariciones lo que sacó de los foros de debate el tema, también sus descansos o el ritmo relativamente bajo de su campaña hace preguntarse hasta qué punto no afecta el asunto a la campaña electoral y a sus posibilidades.
Campaña más ideológica
"Chávez está recuperándose del cáncer y es presidente, eso quiere decir que evidentemente éste es un contexto electoral distinto respecto a anteriores", le dijo a BBC Mundo el analista Nícmer Evans, para quien "todas las campañas son distintas".
"Las anteriores tuvieron una movilización importante y ésta diría que en ese sentido es media, pero con una capacidad muy intensa de discusión en lo ideológico", agregó Evans, generalmente tenido por simpatizante de posiciones oficialistas.
Según el analista, la de 2012 está siendo "la campaña en la que más se ha movido la discusión en el plano ideológico, eso es lo que ha copado la escena política".
Evans considera que todos los contrincantes que ha tenido Chávez en su trayectoria han tratado de evitar esa confrontación ideológica.
"Pero en esta ocasión no la ha podido rehuir, no porque debata directamente los temas, sino porque ha sido apelado y cuestionado en relación con los mismos y se ha visto obligado a aproximarse al debate".
Aunque en Venezuela marcan proyecciones de voto muy dispares, hasta el momento la mayoría apunta a una hipotética victoria del mandatario con un promedio que ronda los 15 puntos, margen que sin embargo se ha venido acortando en las últimas semanas.
Los sondeos también arrojan un elevado porcentaje de los conocidos como "ni-ni", unos indecisos que podrían decantarse para uno u otro candidato en función del devenir de la campaña.
"No es normal"
Para Luis Vicente León, responsable de la firma de sondeos Datanálisis, el que Chávez parezca haber tocado techo en los sondeos y la mejor evolución de Capriles "no quiere decir que esté ganando sino que se cierra la brecha un poco ante un crecimiento mayor de Capriles".
León, que no oculta sus simpatías opositoras, coincide en que "está clarísimo que hay una diferencia total entre la intensidad de ambas campañas", ya que "el presidente Chávez tiene un ritmo que evidentemente debe atribuirse a su enfermedad".
"No sé cuál es la magnitud, o si es grave o si compromete su vida a futuro, lo que sí sé es que no es normal que un candidato aparezca en un papamóvil un día y desaparezca dos en el clímax de la campaña", comentó el analista.
"Eso no pasa en una campaña normal con una persona que está en perfectas condiciones físicas".
Carlos Romero, politólogo de la Universidad Central de Venezuela, considera que "sin lugar a dudas la enfermedad le ha afectado porque Chávez no ha tenido tanta capacidad de movilización".
"A la oposición, le ha permitido compartir la calle por primera vez con el candidato oficialista, cosa que no se veía en elecciones anteriores, pues los opositores no penetraban los sectores populares".
"Más contenido que efectismo"
No lo ve así el comunicólogo Alberto Aranguibel, de línea oficialista, que considera "un error la campaña de la derecha como una carrera para tocar cientos de pueblos en muy poco tiempo". "Pareciera no tener sentido, a la gente no le interesa que el candidato pasó corriendo y se fue".
"El comandante ha tratado de darle más contenido que efectismo", le dijo Aranguibel a BBC Mundo.
"Las ideas del presidente están más que vendidas. No son desconocidas, sino que persiguen el avance hacia el socialismo venezolano", comentó.
"Además, Chávez es una persona que ha profundizado el modelo de contacto de la sociedad a través de los medios de comunicación. Es un extraordinario comunicador, eso ha hecho que el mitin de calle no sea indispensable".
Así, valiéndose más que nunca de los medios de comunicación, sea una decisión estratégica o una circunstancia forzada por su estado de salud, es difícil negar que el hecho del reciente tratamiento al que fue sometido el mandatario le ha llevado a optar por una campaña menos intensa en cuanto a la exigencia física.
El "huracán bolivariano" ha tenido que recurrir a alternativas más asequibles y así enfrentarse a los ímpetus del más joven Capriles. ¿Hasta qué punto dará resultado? Después del 7 de octubre se sabrá.
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