SIMÓN BOCCANEGRA/TalCualDigital
Ni el propio Carlos Oteyza imaginaba que su película Tiempos de dictadura iba a ser el notable éxito de taquilla que está sien-do. Los documentales no son propiamente películas de gran afluencia de público. Pero esta regla no escrita se rompió con el documental de Carlos Oteyza. Durante más de una semana la película ha sido exhibida a sala llena en varios cines de Caracas.
La historia que cuenta Oteyza es la de la dictadura militar de Marcos Pérez Jiménez. La cuenta de un modo sintético y resumido, con mucho uso de documentales de la época que proporcionan a quien no conoce esa historia (y son tantos, diría que la mayoría de los venezolanos) una visión panorámica de lo que fueron aquellos tiempos de dictadura.
El público no deja de hacer asociaciones y comparaciones y aunque el gobierno de Chávez no puede ser emparentado con el de Pérez Jiménez, existen tantas similitudes generales que la gente, al terminar la función, aplaude y da vivas a la democracia. La intención del realizador no fue esa pero es imposible que un tema como ese, sobre la dictadura militar pérezjimenista, no deje de provocar las reacciones antidictatoriales que se han visto y oído. Carlos Oteyza ha venido cumpliendo una notable labor al rescatar fílmicamente la historia más contemporánea de nuestro país.
En mi opinión hace falta una segunda parte, sobre el tiempo pérezjimenista, que recoja la infinidad de aspectos que por razones obvias la extensión de Tiempos de dictadura (hora y media) no permitía incluir. Tengo la impresión de que los "huecos" que necesariamente tuvo que dejar darían para una película tanto o más interesante que la que ahora se exhibe tan exitosamente.
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