Este jueves, en el segundo día de la VII reunión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial se aprobó el ingreso de esta manifestación venezolana compartida por 11 cofradías en el país que rinden culto al Santísimo Sacramento nueve jueves después del Jueves Santo.
El motivo central de la expresión religiosa, que data del siglo XVII, es la rendición de los Diablos ante el Santísimo Sacramento como forma de recrear el triunfo ancestral del bien sobre el mal. Además de las raíces hispanas esta tradición se ha vinculado al chamanismo indígena y a las antiguas cofradías y sociedades secretas del África negra.
El viceministro de Identidad y Diversidad Cultural, Benito Irady, en su intervención expresó que se destaca una de las principales manifestaciones culturales, que desde el siglo XVII hasta la actualidad, ha sido transmitida de generación en generación en distintos pueblos de Venezuela.
"Ratificamos esa condición de sociedad multiétinica y pluricultural como lo define nuestra Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Desde 1999 Venezuela ha realizado esfuerzos inmensos por la salvaguardia del patrimonio", manifestó.
A continuación, Antulio Pacheco, presidente de la Cofradía Nacional de Diablos Danzantes de Venezuela, con la voz entrecortada por la emoción expresó: "Quisiera mostrarles un pedacito de nuestra cultura", y a continuación ocho diablos de Ocumare de la Costa, al mando del capataz mayor de la cofradía, José Echenagucia, realizaron una muestra del baile con sus vestimentas coloridas, sus maracas y sus máscaras que imitan la imagen de animales.
Los representantes de las hermandades de Diablos danzantes de Corpus Christi, de San Francisco de Yare, en Miranda; de Turiamo, Cata, Ocumare de la Costa, Cuyagua y Chuao, en Aragua; de San Millán y Patanemo, en Carabobo; de Naiguatá, en Vargas; de San Rafael de Orituco, en Guárico y de Tinaquillo, en Cojedes, hicieron presencia en la sede de la Unesco, en París y mostraron sus trajes y máscaras ante el Comité Intergubernamental.
Los Diablos danzantes son la primera manifestación venezolana considerada como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Para ello, debió cumplir cinco requisitos exigidos para sumarse a la lista representativa: haberse transmitido de generación en generación, participación de sus integrantes en la elaboración del expediente, estar dentro del contexto de la herencia cultural de América Latina y el Caribe, contar con el apoyo del Gobierno para su fortalecimiento y estar inscrita en la lista del patrimonio cultural del país.
El Comité Intergubernamental, que preside Venezuela en la figura del antropólogo Víctor Rago, analizó con anterioridad 36 candidaturas, de las cuales, este miércoles, se inscribieron veinte en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y las otras nueve se examinaron este jueves, entre ellas ingresaron Los diablos Danzantes.
Venezuela además tiene como Patrimonio Cultural Material a la ciudad de Santa Ana de Coro y su puerto de la Vela, en el estado Falcón, así como a la Ciudad Universitaria de Caracas. También figura el Parque Nacional Canaima, en el estado Bolívar, como Patrimonio Natural de la Humanidad.
En marzo de este año, el país presentó ante la Unesco el expediente de la Parranda de San Pedro, que se realiza en Guatire y Guarenas, estado de Miranda, como aspirante a integrar, en 2013, la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario