El rancho ardiendo y el jefe de la casa en Cuba, desaparecido hace un mes.Las protestas van y vienen, los que quedan con el coroto, siguen ocupándose de que su partido no se desmorone con las elecciones del 16-D
SIMÓN BOCCANEGRA/TalCualDigital
El avispero está alborotado y no hay jefe de Estado que lo responda. Han pasado apenas dos meses de "la victoria perfecta del pueblo" el 7 de octubre y ya las calles se revientan en protestas, huelgas de hambre, reclamos de todo tipo.
La Misión Vivienda se paralizó. Los edificios se están quedando fríos y la gente sigue esperando su casa. Los obreros no han recibido sus aguinaldos, ordenados por decreto, ni renovaciones de contratos para 2013 (¿evidencia de paralización de las construcciones?). Algunos incluso han comenzado una huelga de hambre, junto a un jubilado de Pdvsa que tampoco ha recibido sus prestaciones.
Así, hay cierres de calles todos los días. O tranca frente a la Asamblea Nacional. O frente a la Vicepresidencia donde los alcaldes de todo el país hacen su reclamo de dinero para pagar aguinaldos. Miraflores se salva porque la peinilla nunca deja de tener hambre.
El rancho ardiendo y el jefe de la casa en Cuba, desaparecido hace un mes. Los que quedan con el coroto, ocupándose de que su partido no se desmorone con las elecciones del 16-D y las candidaturas impuestas frente al liderazgo natural chavista en las regiones.
Y por si alguien queda en Caracas, al menos, sin tener prendida una rabieta, pues le aplican un VAO chimbo en la autopista para que se cale tremenda cola de hasta 2 horas por fallas de la medida. ¿Alguien aún siente que no le ha tocado? Espere confiado que por allí le arrebatarán el teléfono a punta de revólver, con un sutil toque a la ventana de su vehículo. Si no tiene carro, será en la escalera del barrio. Y aunque se arreche, mejor no se resista porque el frío pavimento capaz termina dibujado con la sangre caliente del asesinado.
Así va el país. Chacumbele prometió ser "un mejor presidente" si ganaba las presidenciales. Resultó que está siendo un mandatario cada vez más invisible, con un gobierno igual de ausente. Esto no es socialismo, es el reino de Bakunin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario