Algo está pasando, algo pareciera estarse moviendo en las aguas subterráneas del poder. Algo...
MARÍA ISABEL PÁRRAGA B. | EL UNIVERSAL
El oxígeno es fuente de vida, regenera nuestras células y nos mantiene jóvenes. No en balde luminarias del mundo del espectáculo como Madonna o el recordado Michael Jackson usan o usaban la cámara hiperbárica como "artículo de primera necesidad".
Ahora se nos anuncia que el Líder vuelve a Cuba, en esta oportunidad para someterse a unas terapias de oxígeno como complemento de su tratamiento para el cáncer. La pregunta inicial que nos hacemos todos ante esto es: ¿aquí no hay cámaras hiperbáricas? La respuesta es sí y en varios lugares. ¿Era necesario el viaje para eso? Para eso, para eso, pareciera que no. A menos que haya algo más, pero eso sería caer en el campo de las especulaciones tan fructíferas en ese ámbito de misterio que ha rodeado la enfermedad presidencial en el que ha privado el secretismo como política de Estado.
Sin embargo, caminando por el sendero de la lógica que es lo único que nos queda cuando todo lo demás es puro chisme, no suena muy coherente que el Líder se ausente en la fase final de la campaña para gobernadores. Los candidatos han tenido que correr solitos en este clásico y si acaso una foto al lado del personaje ha sido su única referencia del otrora "portaaviones". Eso no era lo previsto, ni lo políticamente coherente luego del triunfo presidencial el pasado mes de octubre. Menos aún si hablamos de tres estados clave para el régimen como Miranda, Zulia y Lara (por decir lo menos). Algo está pasando, algo pareciera estarse moviendo en las aguas subterráneas del poder. Algo a lo que no tenemos acceso el resto de los mortales. Ni siquiera el chavista común sabe a qué atenerse. Nos encontramos en un país al garete donde el que está al frente por decisión mayoritaria realmente no aparece, donde en menos de quince días hay elecciones pero no parece y en el que el dibujo libre es la tarea por todos aprobada con honores.
Cuando alguien está muy agobiado la recomendación que siempre se le da es: "oxigénate" como un símil de una pausa, unas vacaciones, una "taima". No sabemos si el Líder esta usando la acepción real o la metafórica de este término y lo que está es alejándose del caos nacional por unos días, pero la promesa es que estará "listo" para asumir un nuevo período el 10 de enero del 2013.
Mientras tanto, el país luce cansado, agobiado, enfermo y decadente. Todos necesitamos oxigenarnos. Ojalá existiera una gran cámara hiperbárica para meternos todos y salir como nuevos. Sin dólares no podemos viajar y con el problema de las importaciones hasta las Navidades se asoman "chucutas". Por ahora, eso de la oxigenación es una terapia a la que sólo tienen acceso los famosos.
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