"Chávez volvió por amor a la patria", "Chávez se está recuperando por amor", repiten los personeros del Gobierno, casi como un disco aprendido, como fórmula para mantener el vínculo emocional con el "líder", pese a que no está presente.
Ese coctel de emociones que puede generar el amor y la devoción por alguien, es quizás la clave para que la gente aceptara su ausencia del país por más de 70 días o que no se generara un rechazo por la devaluación de la moneda.
Este mercadeo de la imagen presidencial no solo se ha utilizado con las varias convalecencias, sino también como estrategia electoral como se pudo evidenciar en 2006 con las cuñas de "necesito tu voto por amor, o la más reciente campaña donde el eslogan del chavismo era, "Chávez, corazón de mi patria".
El politólogo Luis Salamanca resaltó que la idea es convertir a Chávez en una especie de deidad, de que es todo rosa y que las cosas que le corresponden hacer como Jefe de Estado las hace por amor, nunca en detrimento de la gente.
"Aumentó la gasolina porque te ama. Aunque esto es inconsistente con las acciones de un Gobierno que maltrata y violenta a sus adversarios. Básicamente es un discurso para que la gente justifique y acepte las acciones que vienen desde el Gobierno".
Lo califica como una especie de manipulación pues es imposible que un gobierno haga todo por amor, pero como dice el refrán popular, "amor con hambre no dura".
El politólogo destacó que el amor no es transferible y por lo tanto Maduro, como posible sucesor, no sale beneficiado de esa devoción por Chávez. "Eso se lo ganó él a punta de discursos sobadores. Es de él", puntualizó.
Para Salamanca, el chavismo se quiere convertir en una religión, donde Chávez es una divinidad, "pero realmente usan políticamente lo religioso".
ENTRE EL AMOR Y LA DOMINACIÓN
La experta en campañas políticas y electorales Mariana Bacalao señaló que la razón de la estrategia del "amor que da para todo" en el Gobierno Nacional tiene como finalidad buscar una conexión emocional, "donde se pierda el sentido de crítica y se convierta en irracional".
A juicio de Bacalao, el momento de la convalecencia de Chávez y su más reciente triunfo en las elecciones, es el momento preciso para que la compasión y el amor vayan de la mano.
"Está el tema de explotar lo emocional, de si Chávez te ama, retribúyelo tú votando por él o aceptando que esté tanto tiempo fuera del país".
Para la experta en campañas políticas, en Venezuela funciona una especie de manipulación anclada en el clientelismo, "mitifica a Chávez y lo hace una especie de mártir y de héroe a la vez", puntualizó.
La cualidad que tiene el amor por Chávez o la devoción hacia él es la dominación. Bacalao puntualizó que entre el poder y la dominación es más fuerte la última, en vista de que exige la reciprocidad de la gente y es de allí donde parten las peticiones que se le deben cumplir al líder.
"La dominación además es voluntaria, no se puede obligar a nadie a que te quiera". Esta práctica es la común en el oficialismo, el amor es espontáneo.
Fuente: TalCualDigital
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