KEILYN ITRIAGO MARRUFO/TalCualDigital
Las diligencias que ya la Mesa de la Unidad Democrática hace para la escogencia de un candidato unitario ante eventuales elecciones presidenciales han causado controversias.
Para algunos dirigentes y politólogos la tarea resulta un tanto apresurada, al tiempo que desenfoca las prioridades pues las difíciles condiciones del país no ameritan de un nombre sino de un liderazgo fuerte.
No obstante, para la gran mayoría del bloque opositor la discusión es justa y necesaria no sólo por la incertidumbre que surge de la salud del presidente Chávez sino por la ventaja que parece exhibir Nicolás Maduro, quien prácticamente está en campaña desde hace más de 60 días.
"Debemos presentar una respuesta preventiva", apunta el secretario general de Copei, Roberto Enríquez, quien asegura hay que ser responsables, "porque estamos ante un contexto de cosas que generan mucha sospecha", y con un marco constitucional de apenas 30 días para convocar a elecciones, en el cual no puede hacer un trabajo serio de reestructuración de plataforma social, política y electoral.
"La falta de transparencia del Gobierno nos obliga a ser dinámicos y a presentar una propuesta de un candidato que tendrá que dar la lucha social, económica y recorrer al territorio nacional", agrega.
Para el secretario general de AD, Henry Ramos Allup, finalmente se ha entendido que lo importante no es el método de selección de un candidato sino el candidato mismo.
Deja claro que todas las propuestas van dirigidas a enmendar los descomunales errores de la pasada campaña presidencial, así como a la defensa de la tarjeta única.
Hasta ahora figuran como posibles electos, Ramón Guillermo Aveledo, el Alcalde Metropolitano, Antonio Ledezma y el excandidato presidencial y Gobernador de Miranda, Henrique Capriles Radonski.
FUERA DE LUGAR
El politólogo Ángel Álvarez considera que la discusión sobre candidaturas y aspiraciones siempre es buena en la medida en que no sacrifiquen la unidad.
Advierte que a la opinión pública le puede resultar extemporánea, pero al mismo tiempo ocurre que los integrantes de la MUD quieren estar preparados para una decisión de última hora sobre la agenda electoral que controla el Gobierno.
"Eso sin duda alguna va a ser público, es lo que todo el mundo sabe a voces, que es la existencia de varios aspirantes y la dificultad de consenso para elegir uno, y va a dar la impresión de desunión, que se había logrado acabar con después de las primarias", agrega.
Anunciar un nombre, tal como señala, sería incluso peligroso pues adelantaría la acostumbrada campaña de descrédito por parte del oficialismo, "y lo podrían debilitar de antemano", apunta el politólogo.
Considera entonces que la agenda de la oposición debería estar enfocada en hacer oposición política, no electoral, es decir, sintonizarse con la agenda de las necesidades de la población que tienen que ver con la inseguridad y la economía.
"La oposición venezolana tiene muchas virtudes pero un gran defecto es que la agenda electoral predomina sobre la política y ahorita la gente no siente la necesidad de un candidato sino de un liderazgo".
Al coordinador de la Comisión Electoral Nacional de la MUD, Félix Arroyo, tampoco le parece prematura la escogencia de un candidato "que meterán en el congelador".
A su juicio, la oportunidad que se presenta con el cambio de tres rectores del CNE es la que debería ser aprovechada por el momento para ganar más espacio por parte de la oposición. Además, los errores que a su juicio está cometiendo el Gobierno terminarán desgastando a Maduro, "y al enemigo hay que dejarlo que se equivoque".
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