Por: VenEconomía
Desde que se anunció la creación del Sistema Cambiario de Administración de Divisas (SICAD), se veía que la intención del gobierno era correr la arruga de la crisis de divisas hasta después del 14 de abril. Y el tiempo parece corroborar esa percepción negativa.
La primera (¿y última?) subasta se realizó el 26 de marzo, al estilo “Vickrey modificado”. A la fecha, 9 de abril, 14 días después de la subasta no se han dado públicamente los resultados: no se sabe quiénes fueron los adjudicatarios, ni los montos adjudicados ni el precio de las divisas adjudicadas.
Aunque los beneficiarios ya habrían depositado en el Banco Central los montos en bolívares correspondientes, se informa que todavía estaría pendiente la emisión por parte de la banca nacional de las cartas de crédito a favor de los suplidores. Cabe recordar que el Banco Central no entregará las divisas respectivas hasta tanto los bienes objeto de la autorización no hayan sido nacionalizados e inspeccionados por el Banco. (O sea, son los bancos comerciales quienes corren el riesgo de que el BCV no les entregue las divisas).
Al día de hoy, 9 de abril no se vislumbraba por ninguna parte la intención de anunciar una segunda subasta; sólo se oyen promesas de permitir el ingreso de las Pyme al sistema alterno y de “dinamizar y depurar el RUSAD para que la pequeña empresa y los sectores productivos tengan un método para ingresar”. ¡Ver para creer!
Paralelo a estas no-ocurrencias, la industria está planteando ante el gobierno y la opinión pública la situación estacionaria en que se encuentra el acceso a las divisas para importaciones. Afirma que si bien es cierto que Cadivi ha realizado un esfuerzo para agilizar las autorizaciones de adquisición de divisas (AAD), siguen los retrasos en las autorizaciones para liquidar las divisas (ALD). Además de que existe un buen número de ADD y ALD de los que no se conoce en que status se encuentran y que quedarían en el aire si para el 15 de abril o días posteriores se volviera a devaluar.
En el ínterin, la escasez de productos y bienes básicos campea en todos los establecimientos que distribuyen alimentos y medicinas. Esto hace que se prevean tiempos más difíciles por venir, pues esta grave escasez se está registrando en momentos cuando todavía algunos productores tienen reservas en sus inventarios; pero si no reciben las divisas que requieren para reponerlos, estos inventarios se agotarán en breve tiempo.
Es una grave irresponsabilidad y una burla del gobierno de Maduro con los venezolanos el haber utilizado el SICAD como una estrategia de distracción de la opinión pública y de apaciguamiento de la inquietud de los industriales, al igual que el no haber puesto en marcha una política sensata para recuperar los sectores productivos y garantizarles el suministro de divisas indispensables para la buena marcha del país.
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