SIMÓN BOCCANEGRA/TalCualDigital
Hay apellidos que son "coherentes" con su profesión o posición política y otros que no. Por ejemplo, que el rector de la Universidad Católica Andrés Bello se apellide Virtuoso, es coherente con su condición de sacerdote.
Que un arquero del fútbol lleve por apellido Riesgo, como ocurría en la liga española, puede afectar el subconsciente de sus compañeros.
Que un comunista se apellide Monedero tampoco cuadra, pero no es una contradicción atribuible a este profesor español que integra el Centro Internacional Miranda, donde se propicia el "pensamiento" de la revolución bolivariana.
Lo que sí es una contradicción es seguir creyendo en el socialismo marxista. En declaraciones a El Nacional aseguró que "ahora sí se pueden resolver problemas que en 14 años eran de difícil solución".
Según este profesor, el finado Chávez tuvo éxito en enfrentar el neoliberalismo, pero superar el capitalismo y sus vicios requiere más tiempo, acotando que en su España natal todavía subsiste el franquismo sociológico a pesar de que el dictador falleció hace 40 años.
Eso puede ser verdad, pero no vemos cuáles son las taras del capitalismo que han ido cediendo luego de 14 años de "revolución".
Según sus palabras la falta de eficiencia se debe a la existencia de un Estado débil y al clientelismo. El Estado bajo la mano del chavismo no ha hecho sino crecer, con un montón de ministerios, institutos y empresas que no le sirven para mucho a los venezolanos.
Lo anterior va unido al clientelismo, mal que no nació con el chavismo pero que éste ha potenciado hasta límites inimaginables. Monedero asegura que el capitalismo es duro de roer.
Que se lo pregunte a sus camaradas soviéticos, que después de 70 años de revolución, vieron como todo se derrumbó sin que la clase obrera disparara un tiro para impedirlo. Hay gente que no se termina de dar cuenta que el muro de Berlín se cayó.
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