Corea del Norte puso en posición de lanzamiento al menos un misil, lo que hace pensar que un disparo es inminente, dijo a CNN un oficial estadounidense.
Esto ocurre mientras el noreste de Asia sigue vigilante ante un posible lanzamiento, y a solo un día de la visita del secretario de Estado, John Kerry, a la región.
No se sabe el motivo por el cual el régimen no ha efectuado el lanzamiento, pero un funcionario estadounidense afirmó que la puesta en posición del misil podría ser solo una prueba para asegurarse que el sistema funciona, o un esfuerzo más para liarse con Estados Unidos y sus aliados que esperan un lanzamiento en cualquier momento.
El funcionario declinó comentar sobre qué tipo de inteligencia utilizó Estados Unidos para concluir que el misil de medio alcance estaba en posición de lanzamiento.
En tanto, Pyongyang amenazó nuevamente con cerrar permanentemente la zona industrial que opera en conjunto con Corea del Sur, luego de acusar a la presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, de poner en riesgo al complejo manufacturero, un símbolo de la cooperación entre ambos países.
El gobierno de Corea del Sur, en tanto, urgió a Pyongyang a trabajar para resultar la situación a través del diálogo.
El cierre temporal del complejo por Pyongyang “no es benéfico en el futuro para los coreanos”, afirmó el ministro surcoreano de Unificación, Ryoo Kihl-jae. “Causa daño a las compañías y a los trabajadores”.
Corea del Norte retiró a sus más de 50.000 trabajadores del complejo de Kaesong, que está en la parte norte de la frontera, y bloqueó la entrada de personal y de suministros.
Más de 120 compañías de Corea del Sur tienen operaciones en el complejo.
En un comunicado emitido este jueves por la prensa estatal, el gobierno norcoreano afirmó que lo que ocurra en el complejo en los próximos días “depende totalmente de la actitud de las autoridades surcoreanas”.
Sobre las amenazas, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Chuck Hagel, afirmó este miércoles que Corea del Norte está “patinando muy cerca de una línea peligrosa”.
“Sus acciones y sus palabras no han ayudado a calmar la inflamable situación”, dijo Hagel a reporteros en el Pentágono, y afirmó que Estados Unidos y sus aliados quieren ver que la retórica de Pyongyang baje, pero si eso no ocurre, “nuestro país está totalmente preparado para lidiar con cualquier contingencia”.
Pero a pesar de las amenazas, que han incluido advertencias a los extranjeros en Corea del Sur, la vida transcurre con normalidad en la región.
Los surcoreanos, que han experimentado décadas de amenazas de Corea del Norte, y algunos ataques focalizados, viven sus vidas normales sin alarmarse.
“Corea del Sur ha vivido bajo ese tipo de amenazas en el pasado, y estamos siempre preparados para eso”, dijo a CNN Ryoo Kihl-jae, el ministro de Unificación, que calificó la situación actual como “muy ordinaria”.
Los turistas que visitan Corea del Norte no parecen estar muy preocupados por la situación. Aunque China informó que algunos grupos cancelaron sus viajes, la frontera entre ambos países funciona de manera normal.
Atletas extranjeros competirán en una maratón el próximo domingo en Pyongyang, uno de varios eventos deportivos organizados en el país para celebrar el 101 aniversario la próxima semana del nacimiento de Kim Il Sung, el fundador de Corea del Norte y abuelo de Kim Jong Un.
Globovisión/CNN
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