Es evidente que el triunfo de Nicolás Maduro el 14 de abril no fue transparente ni legítimo.
Tampoco sorprende que no le dieron “legitimidad de origen” a Maduro los resultados de la auditoría “chimba” del CNE finalizada este martes. Esta “auditoría” fue incompleta, rudimentaria, sesgada y sin la representación del sector democrático que ha sido burlado en sus derechos constitucionales.
Abonando en esta falta de confianza en el CNE y en sus veredictos, el Tribunal Supremo de Justicia mantiene un mutismo inexplicable frente a los recursos de nulidad del acto electoral, introducidos ante la Sala Electoral por el líder democrático Henrique Capriles, el Comando Simón Bolívar, la Mesa de la Unidad y otros.
Es evidente también que el gobierno repetirá los abusos de la elección del 14 de abril en las elecciones municipales programadas para el 8 de diciembre. Así como también es seguro de que se seguirá mal usando los recursos del Estado lo que se traducirá de nuevo en un descomunal ventajismo para los postulados por el PSUV, y que el CNE seguirá arrimando todas al mingo de los candidatos del oficialismo.
El primer indicio de que esto será así lo dio el CNE al haber seleccionado el 8 de diciembre para la jornada electoral. Este es el día que rememora la última aparición pública de Hugo Chávez.
El segundo indicio está en el proceso de inscripción de los nuevos votantes en el Registro Electoral (REP):
a) El cortísimo período para la inscripción, cuyo plazo finaliza el viernes 21 de junio y,
b) El hecho de que los sitios de registro no están funcionando en muchas áreas donde se piensa que la oposición es fuerte.
Con esto, el CNE busca impedir la participación de miles de jóvenes nuevos votantes, un sector etáreo que adversa mayoritariamente al régimen totalitario diseñado en Cuba.
Sin embargo, estos abusos no tienen que detener a la población. Al contrario, ahora más que nunca se debe luchar para perseverar el derecho a elegir a los representantes legítimos en las diferentes instancias de gobierno, así tenga ésta que escurrirse por las pequeñas rendijas que se le deja.
Así, la población tiene que prepararse, contra viento y marea, para ejercer sus derechos en las elecciones municipales convocadas por el CNE para el próximo 8 de diciembre.
El llamado de VenEconomía es a no rendirse sin pelear en el terreno por la democracia.
Primero, a los jóvenes –que hagan lo necesario para inscribirse en el Registro Electoral, aunque tengan que dedicar la mayor parte de un día para encontrar en punto de registro abierto–.
Y, segundo, a todos los demócratas venezolanos: con su movilización, su participación, su vigilancia acuciosa y, sobre todo, con su voto se derrotará el autoritarismo y se reestablecerá la Democracia en el país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario