El fin de semana pasado el presidente en funciones dijo que la escasez de productos no es porque la economía sea un rastrojo harapiento gracias a las políticas del socialismo del siglo 21.
Le echó la culpa a la gente, a la masa, al venezolano, como suelen hacer los autócratas cuando se ven arrinconados. Así, habló de "sobrecalentamiento del consumo", un concepto que ahora repite a donde va.
Es decir: la gente compra mucho. Si tomamos como cierta su afirmación, debemos asumir entonces que el comandante eterno fracasó estrepitosamente con su ideal del hombre nuevo, de la sociedad socialista, de dejar atrás el capitalismo consumista y devorador.
Al contrario, entonces Chávez le echó gasolina a esa fogata y transformó en voraz comprador al pueblo venezolano, bajo una jerga de socialismo. Será que Nicolás ya ni se da cuenta de todas sus meteduras de pata.
TalCualDigital
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