Fue el 16 de junio que se cumplieron los 150 años del nacimiento de uno de los más grandes pintores venezolanos del siglo XIX: Arturo Michelena (Valencia, 1863). Así que para conmemorarlo, la Galería de Arte Nacional decidió inaugurar mañana la muestra Las dos travesías de Arturo Michelena: Intimismo y épica en los 2.500 metros de la sala Nivel 1 de la institución cultural.
Son 280 piezas (entre retratos, pinturas, bocetos, fotografías, medallas y reconocimientos), pertenecientes al Museo Arturo Michelena, al Museo Alejandro Otero, el Museo Bolivariano y al de Arte Contemporáneo del Zulia, así como a la Colección Banco Mercantil, Banco Central de Venezuela e Industrial, y a la Fundación John Boulton; que sirven para recrear la obra de Michelena en seis etapas.
En la primera, que lleva el nombre de Primeros trazos y conquista del lenguaje pictórico, están expuestos algunos retratos en lápiz y esfumino, así como miniaturas al óleo, y las piezas Niña con maraquita, El Saludo y San Bernardo, que realizara Arturo Michelena durante su infancia "guiado por su padre, quien se percató rápidamente de la vocación artística de su hijo", según explica Juan Calzadilla, el curador de la muestra, y quien se despide de la Galería -al menos en su cargo de director- con esta exposición.
En la segunda, llamada Obra mayor, se reúnen las piezas realizadas por Michelena en la ciudad de París, Francia, a donde partió en el año 1885 en compañía de Martín Tovar y Tovar para inscribirse en la academia Julian, y "recibir clases con el pintor Jean-Paul Laurens, quien influenció gran parte de su obra, especialmente los murales", apunta Calzadilla.
Es precisamente a esta etapa que pertenecen las piezas La primavera, El otoño, La muerte de Sucre en Berruecos, Miranda en la Carraca, La joven madre, La vara rota, y La caridad, expuestas junto con sus bocetos; así como Pentesilea y Vuelvan caras, que no serán mostradas en la exposición -al menos no las originales sino reproducciones o plotters- por una razón: ni el Círculo Militar ni las Fuerzas Armadas quisieron prestarlas, según comenta Félix Hernández, quien tuvo a su cargo la investigación de la muestra y los textos de las salas.
En la tercera etapa, Acercamiento al imaginario fisonómico a través del retrato, se exponen algunos autoretratos de Michelena y otros retratos de su esposa Lastenia Tello de Michelena.
Mientras que en la cuarta, Agonía y transfiguración, la gloria, se exhiben sobre todo las obras de tema religioso realizadas por el artista, como Boceto para el bautizo de Jesús y Boceto para el apóstol San Juan, entre muchas otras.
Y en la quinta y la sexta etapa, El friso de la nostalgia. El retorno al paisaje y El boceto ¿proyecto u obra acabada? , respectivamente , se pueden observar las naturalezas muertas y los paisajes recreados por Michelena.
A la exposición-homenaje, apunta Calzadilla, se incorporaron además obras de artistas contemporáneos a Arturo Michelena, como "dos esculturas de yeso y cinco bronces de Pérez Mujica y Lorenzo González. Así como algunas pinturas de Mart´´in Tovar y Tovar y Julián Oñate".
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