Mañana 24 de julio, la memoria de Bolívar será triturada de nuevo por el régimen farsante que impera en Venezuela desde hace casi 15 años. Otra vez la costosa propaganda que a diario se utiliza para mentir, falsear la historia y engañar al pueblo será puesta en acción
FREDDY NÚÑEZ/TalCualDigital
Mañana 24 de julio, la memoria de Bolívar será triturada de nuevo por el régimen farsante que impera en Venezuela desde hace casi 15 años. Otra vez la costosa propaganda que a diario se utiliza para mentir, falsear la historia y engañar al pueblo será puesta en acción.
Ahora con la colaboración desvergonzada del ministro Villegas, para quien grabar conversaciones privadas, al estilo de la represiva Stasi, en la fracasada y desaparecida Alemania comunista, es una bagatela. Mañana una avalancha de ripios y lugares comunes se exhibirá sin el menor sentido del ridículo.
Escucharemos sin duda la última consigna estrella de los farsantes: "tenemos patria". Incluso uno de ellos, Jaua, famoso entre otras muchas cosas por el revolcón que le metió Capriles en Miranda, ha tenido la cachaza de decir que no importa que no haya papel sanitario, pues tenemos patria.
Creen que pueden utilizar a Bolívar como sustituto. ¿Que los cubanos estén metidos hasta los tuétanos en Venezuela y constituyan prácticamente un ejército de ocupación, es "tener patria"? ¿Qué diría Bolívar de esa estupidez, si viera el proceso de destrucción a que tienen sometido al país? En el enjundioso trabajo de José Guerra, El Legado de Chávez, publicado por Libros Marcados, aparece un cuadro (Fuente: Ministerio de Finanzas) en el que se observa que la deuda pública consolidada del sector público para el cierre del 2012, alcanzó los 205.000 (doscientos cinco mil) millones de dólares.
Cabe recordar que la deuda pública venezolana para el año en que Chávez inicia la destrucción nacional era de 30.000 (treinta mil millones de dólares). Y esto está ocurriendo en tiempos de vacas gordas, cuando el régimen se ha embolsillado la bicoca de más de un millón de millones de dólares.
Ahora, fallecido el gigante destructor, aparece un grupete de "dirigentes" aportando soluciones a todos los problemas. El ministro del interior tenía la fórmula para acabar con las cifras de inseguridad que rankean al país en el mundo, pero paso 15 años sin decir ni pio.
Rizarra descubre, tres lustros después que el turismo es una industria próspera. Jesse Chacón siempre supo cómo acabar con el pésimo servicio eléctrico producto de la destrucción que adelantaron en el sector, pero se dedicaba a hacer encuestas que decían maravillas del gobierno.
El yerno confiesa desde China, después de década y media, "hemos dado una larga batalla, pero las cifras indican que estamos lejos de garantizar la seguridad y la soberanía alimentaria".
Maduro que jamás abrió la boca, quiere aparecer como adalid de la lucha contra la corrupción, persiguiendo a la oposición cuando la denuncia y sin tocar a los prominentes corruptos que han sido denunciados ante la contraloría y la fiscalía.
¿Será que todos sabían que Chávez era un desastre, pero gozarse el poder era más importante que enfrentarlo? La oposición y Capriles han comenzado a construir la posibilidad de sacar a estos farsantes en una ruta que debe quedar absolutamente clara en diciembre. Primer paso para que se cumpla la exigencia de los venezolanos: ¡Queremos Patria!
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