AVELLA, Pensilvania, EE.UU. (AP) — Una tormenta de consecuencias inesperadas que dañó parte de un antiguo refugio cavernoso en el oeste de Pensilvania trajo de vuelta a un reputado arqueólogo al lugar, donde en 1973 se inició un debate furibundo acerca de cuándo llegaron los primeros seres humanos al continente americano.
Cuando era un joven arqueólogo, Jim Adovasio halló evidencias de radiocarbono de que seres humanos habían visitado el sitio en Meadowcroft hace 16.000 años. Para los arqueólogos fue un descubrimiento resonante que contradijo la llamada primera teoría de Clovis, que databa el primer asentamiento en las Américas hace 13.000 años, en lo que ahora es Nuevo México.
El asunto es importante debido a que también podría arrojar luz sobre cuestiones como cuándo y por qué se desarrollaron tantas culturas diferentes en el continente y si todas descendieron de un solo grupo que llegó desde Asia o si llegaron en oleadas múltiples.
A este respecto, la teoría de Adovasio sobre visitas múltiples ha prevalecido en general desde que se descubrieron otros sitios previos a Clovis en América del Norte y del Sur.
El panorama de los primeros humanos en América "es mucho más complicado de lo que suponíamos hace 40 años", afirmó Adovasio, profesor de la Universidad Mercyhurst que regresó a Meadowcroft después que la raíz de un árbol deteriorado canalizó fuertes lluvias en una parte del área excavada a fines de julio. Los daños fueron lamentables, aunque presentaron la oportunidad de volver a examinar el sitio arqueológico, explicó.
Meadowcroft está situada junto a la ribera de un arroyo, a 11 kilómetros (7 millas) del río Ohio. Las salientes cavernosas de arenisca eran un sitio ideal para que las bandas de los primeros humanos se refugiaran de los elementos.
"Tiene todos los atractivos de un Holiday Inn prehistórico y por eso lo usaron", comentó Adovasio. Notó que algunos grupos solo permanecieron allí durante unos pocos días, aunque presumiblemente el lugar fue conocido por tradición oral y la gente regresó por períodos más largos.
El sitio fue descubierto cuando el historiador local Albert Miller halló artefactos en un terreno familiar en 1955 y buscó la ayuda de arqueólogos profesionales para que investigaran.
Dennis Jenkins, un arqueólogo prominente de la Universidad de Oregón, coincide generalmente con Adovasio en el debate sobre Clovis, pero agregó que quedan algunos interrogantes por resolver sobre la edad exacta de Meadowcroft.
Una encuesta reciente a arqueólogos halló que las opiniones sobre Meadowcroft siguen divididas: un 38% coincide con las fechas de Adovasio, el mismo número no está seguro y un 20% cree que no es tan antigua, según un estudio publicado el año pasado en la Sociedad de Arqueología Americana.
Sea como fuere, está claro que Meadowcroft ha contribuido a cambiar la percepción de algunos arqueólogos jóvenes. En vez de aferrarse a Clovis, están abiertos a múltiples posibilidades.
El sitio arqueológico de Meadowcroft es un tesoro histórico nacional y está abierto al público durante el verano, de miércoles a domingo. Los visitantes pueden observar las excavaciones desde una plataforma.
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