SIMÓN BOCCANEGRA/TalCualDigital
Este minicronista no es economista como su primo Simón, pero hace mercado y tiene la percepción de que los números sobre inflación que viene publicando el Banco Central de Venezuela no tienen contacto pleno con la realidad.
Tal vez sea una sensación nada más, no como la que tenía la defensora del puesto sobre la inseguridad, sino la que cualquiera recibe cuando tiene que hacer mercado. Todas las semanas la cuenta de la compra es mayor que la anterior.
Se realiza una revisión para ver donde se puede hacer un recorte, pero no hay ningún lujo que eliminar. Todo es de primera necesidad y todo está cada vez más caro. Incluso aquellos alimentos que podían variar sus precios por cuestiones estacionales o de cosecha lo hacen, pero siempre para arriba.
En lo que va de año los precios según el BCV han subido casi 30%, el doble que el aumento decretado al salario mínimo para estas fechas y mucho más de lo que se incrementaron el año pasado.
Los economistas de la "derecha", como los califica el Gobierno, apuntan a que los precios tendrán un incremento que pasará largo del 40%, mientras Nicolás Maduro y sus economistas se hacen los locos con el tema y prefieren hablar de Campañas Admirables, cuando realmente lo admirable es que los venezolanos puedan sobrevivir con una inflación que goza de tan buena salud gracias al pésimo manejo que hizo el prócer de Sabaneta y sus "hijos" de la economía. Por otra parte, la escasez no cede.
Según la Fosforito quienes compran en Mercal consiguen de todo, pero el BCV ubica su índice de escasez muy cerca del 20%. ¿Será que nada más la miden donde compra la "derecha"? Cuando no falta la harina de maíz, falla el café. Si no son estos productos falta el azúcar o el arroz.
Y el papel tualé sigue brillando por su ausencia. Ni siquiera teniendo el barril de petróleo por encima de los 100 dólares les permite llenar los anaqueles.
Así será el desastre que hay en las cuentas públicas.
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