Por: VenEconomía
El sector automotor está por recibir la estocada final tras largos años de avatares si la Ley de Compra y Venta de Vehículos se llegase a promulgar tal como fue aprobada por la mayoría parlamentaria del oficialismo.
La Ley discutida en la Asamblea Nacional, y aprobados ya todos sus artículos, fue remitida este jueves “a consultas” del Ejecutivo. Algunos esperan que exista aún la posibilidad de que éste se haga eco de los planteamientos del sector automotor y le incorpore las modificaciones sugeridas por las ensambladoras y concesionarias, o que al final la Ley quede engavetada tal como sucedió con la Ley de Servicio Exterior.
Cabe recordar que el sector automotor, así como casi todos los sectores productivos del país, lleva más de una década afectado por la filosofía antiempresarial y antimercado que caracteriza toda política de la élite gobernante.
Entre otros males, al sector lo aquejan: 1) Más de seis años en caída consecutiva, exceptuando un leve crecimiento de 1,62% en 2012 con respecto al año precedente. Según Cavenez, esta industria reporta una caída en el ensamblaje de 40% entre 2007 y 2012 (de 172.418 unidades a 104.083). 2) Más de dos años reportando un grave desabastecimiento de divisas, que ha obligado a este severo recorte de la producción. Para el primer trimestre de este año la producción bajó 36,4%, con respecto al primer trimestre de 2012. 3) Conflictos laborales, auspiciados en la mayoría de las ocasiones por los sindicatos paralelos afectos al oficialismo. 4) Las expropiaciones de las concesionarias que se dieron en 2011-2012 para favorecer a la Gran Misión Vivienda Venezuela.
Ahora, si la Ley recibe el Ejecútese de Nicolás Maduro, tal como fue redactada por la Asamblea, se le incorporaría al golpeado sector automotor nuevas penurias:
1) Control de precios para los vehículos nuevos, siendo fijados los mismos por el gobierno. Los precedentes que ha sentado el Ejecutivo a la hora de “proteger” al consumidor en otros sectores, como el alimentario y el de la vivienda, hacen temer que de nuevo los precios se fijarán por debajo de los costos, lo cual también condenaría al sector automotor a la desaparición. De entrada ya se han congelado las ventas a precios de febrero de 2013, tal como si los costos no hubiesen subido en estos seis últimos meses.
2) La prohibición de la libre reventa de carros usados por 10 años, la cual se somete durante ese lapso a la regulación de una fórmula que poco toma en cuenta la alta inflación y los costos de reposición.
Tal como tiene planteado el panorama el sector automotor, lo que se prevé es mayor dependencia de las importaciones, que sólo enriquecen y generan empleos extrafronteras, en desmedro de la ya precaria producción nacional y condenando a Venezuela a la desaparición de otra importante fuente de empleos.
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