El secretario de Estado John Kerry decidió el martes expulsar a Calixto Ortega, el encargado de negocios de Venezuela en Estados Unidos, y a otros dos diplomáticos del país sudamericano, en respuesta a las extremas medidas anunciadas el día anterior por el régimen de Caracas, dijo un alto funcionario del Departamento de Estado.
“Hoy el secretario de Estado tomó la decisión de expulsar a Calixto y a dos más”, dijo el funcionario, quien habló bajo condición de anonimato.
“Estamos decepcionados, porque esta no es la manera en que nosotros queremos conducir la relación bilateral. En junio, en Antigua, el canciller venezolano Elías Jaua se encontró con Kerry, y nosotros pensábamos que habíamos concordado un camino hacia un diálogo más constructivo. Y esa es la manera de llevar este proyecto a cabo”, explicó.
La decisión de expulsar a Ortega ocurre un día después de que el régimen de Nicolás Maduro anunciara su decisión de expulsar a la encargada de negocios de Estados Unidos en Venezuela, Kelly Keiderling, y a otros dos diplomáticos, luego de acusarles de reunirse con integrantes de la oposición para financiarlos y alentarlos a sabotear el sistema eléctrico.
El martes, Maduro reiteró que su gobierno tenía pruebas de la participación de Keiderling y de los otros dos diplomáticos estadounidenses en el presunto complot, pero el video que mostró en cadena nacional indicaba muy poca evidencia sobre la veracidad de las acusaciones.
La grabación, presentada por Maduro, muestra fotos y videos tomados a distancia cuando los diplomáticos salían de reuniones con dirigentes de la oposición en la ciudad de Puerto Ordaz (sureste), encuentros que fueron reseñados por la prensa.
La grabación incluye imágenes de los funcionarios estadounidenses cuando aguardaban para abordar sus vuelos en el aeropuerto de esa localidad o al subir o descender de los autos diplomáticos.
El funcionario del Departamento de Estado dijo que los encuentros que sostuvo Keiderling en Puerto Ordaz no tenían nada de irregular.
“Ella estaba haciendo en Venezuela lo que hacen todos los diplomáticos del mundo, el propósito del viaje fue conocer el pueblo, intercambiar opiniones sobre la democracia, sobre temas de la libertad de prensa y básicamente palpar el terreno como cualquier diplomático”, explicó el funcionario.
“Es muy lamentable cómo caracterizaron su misión, como una de hacer intrigas con la oposición. Ella había solicitado una cita con el consejo comunal, teníamos interés de hablar con todo el mundo en Venezuela”, sostuvo.
Keiderling coincidió con esa idea desde una rueda de prensa sostenida en la tarde del martes en la Embajada de Estados Unidos en Caracas.
“Si la acusación es que nos reunimos con los venezolanos, es verdad. Nos reunimos”, dijo Keiderling, quien el lunes recibió un plazo de 48 horas para salir del país.
“Las reuniones se realizaron con lo que conforma la sociedad civil, puede ser un grupo Súmate, un grupo de mujeres, un grupo medioambiental, puede ser una cantidad de grupos de amplia variedad; esa es la sociedad civil, y si no hablamos con esas personas no estamos haciendo nuestro trabajo”, sostuvo.
Maduro expulsó a los funcionarios estadounidenses en un momento en que acentúa sus acusaciones de que líderes de la oposición, orquestados directamente por Washington, ejecutan planes para desestabilizar a su gobierno.
Esas denuncias, que se han vuelto comunes en las últimas semanas, en el pasado han incluido acusaciones de que la oposición contrató a sicarios para matarle, que diplomáticos estadounidenses quieren inocularle el cáncer y que los adversarios del chavismo compraron 18 aviones de guerra que pretenden operar desde bases en Colombia.
El Nuevo Herald
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