Hay camaradas que creen, con la mejor voluntad, en la coherencia revolucionaria que anima a este "proceso". Es por ello que se dedicaron a pintar murales en Caracas pidiendo libertad para los presos políticos vascos
Hay camaradas que creen, con la mejor voluntad, en la coherencia revolucionaria que anima a este "proceso". Es por ello que se dedicaron a pintar murales en Caracas pidiendo libertad para los presos políticos vascos.
Crearon incluso una organización que bautizaron Pakito Arriarán, en honor a un integrante de ETA que murió peleando en las filas del Farabundo Martí salvadoreño.
Sin embargo, no contaban con que las necesidades de Nicolás Maduro pueden anteponerse al internacionalismo y ahora los camaradas están haciendo lo posible y lo imposible para que el gobierno venezolano no entregue al refugiado vasco Asier Guridi.
No entienden que ellos pidan la libertad de los presos y Maduro pueda terminar contribuyendo con engrosar en número de presos políticos que hay en el Estado español.
El comportamiento del "proceso" con los refugiados vascos ha sido negativo en el pasado. El comandante "eterno" entregó tres a la administración de Aznar. Esperemos que Maduro recuerde su pasado revolucionario y sea consecuente con él.
Cort. TalCualDigital
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