Este martes Maduro "citó" a los presidentes de Fedecámaras y Consecomercio para reclamarles su participación en el "sabotaje económico". Jorge Roig, el presidente de Fedecámaras, acudió a la cita con el ministro de Relaciones Interiores, Miguel Rodríguez Torres, y salió complacido del encuentro
SIMÓN BOCCANEGRA/TalCualDigital
No le queda bien al presidente dársela de bravo. Ese tono no le mete miedo a nadie. El martes "citó" a los presidentes de Fedecámaras y Consecomercio para reclamarles su participación en el "sabotaje económico".
Si realmente quisiera meter presos a los saboteadores, tendría él mismo que encabezar la lista, seguido por Elías Jaua, quien fue ministro de Agricultura, y buena parte de los actuales ministros que apoyaron todas las acciones económicas que se le ocurrían al difunto "eterno" y que son la causa real del caos económico.
El episodio del martes nos recordó lo ocurrido con el presidente de Empresas Polar, quien acudió a Miraflores luego de un llamado público de Maduro, cuando dijo que le iba a cantar unas cuantas verdades al empresario y al final la cosa fue al revés: el que cantó fue Lorenzo Mendoza. El martes ocurrió algo parecido.
Jorge Roig, el presidente de Fedecámaras, acudió a la cita con el ministro de Relaciones Interiores, Miguel Rodríguez Torres, y salió complacido del encuentro, el cual calificó de cordial y donde, aseguró, se produjo una conversación de mucha altura. No nos extrañaría que en realidad Maduro quiera tender puentes con el sector empresarial.
Es probable que se esté dando cuenta que con los incompetentes que lo rodean los venezolanos viviremos siempre con los anaqueles medio vacíos. Tal vez esté el presidente intentando engañar a los radicales de su lado. Nicmer ponte mosca.
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