Los dirigentes chavistas creen que el financiamiento público implica la compra de conciencia. Ahora le quieren cobrar a la cineasta Mariana Rondón, autora de la galardonada película Pelo malo, la crítica hacia la gestión del fallecido Hugo Chávez y su hijo heredero, Nicolás Maduro
Los dirigentes chavistas creen que el financiamiento público implica la compra de conciencia. No saben, quizás sí lo saben, pero prefieren obviarlo, que es obligación del Estado servir de plataforma para aupar el desarrollo del país, sin pedir retribuciones por ello.
Ahora le quieren cobrar a la cineasta Mariana Rondón, autora de la galardonada película Pelo malo, la crítica hacia la gestión del fallecido Hugo Chávez y su hijo heredero, Nicolás Maduro.
"Sales con que "la culpa es de Chávez", la gran solución que esgrimen los flojos al tratar de explicar este país", le escribe Frank Alexander Lanz Manrique ¬jefe en el Consulado de Venezuela en Brasil¬ en la página oficial de Internet del Sistema Bolivariano de Comunicación e Información.
El repudio viene sobre unas declaraciones que Rondón dio al diario El País de España, donde opinó que en Venezuela "hay un dolor inmenso" en la sociedad y responsabilizó a Chávez de la situación: "cuando dijo eso de que quien no está conmigo está contra mí nossentenció a esta guerra. Y Maduro sigue el mismo camino".
Al señor Lanz Manrique esta opinión le parece un pecado: "Ojo chama, no digo que le jales bolas al Gobierno, no, pero no desconozcas la historia y menos aún desconozcas a quienes te han tendido la mano sin decirte a dónde vas".
Decirle a dónde va, señor Lanz, es precisamente pretender que por darlefinanciamiento a un artista, éste deba responder a una determinada línea. Qué paradójico que el tema de fondo de la película sea la tolerancia, tan escasa en el país.
Cort. TalCualDigital
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