Se esparció el rumor de que había llegado un grueso cargamento de leche en polvo, sólo se podían llevar dos pero un señor de la tercera edad, sin saberlo, cargó con cuatro latas y cuando llegaba a la caja, un miliciano, en lugar de sacarle dos latas, le quitó las cuatro latas, y le explicó: "Esto es en señal de castigo"
Sucedió el fin de semana en un supermercado de Los Palos Grandes. Se esparció el rumor de que había llegado un grueso cargamento de leche en polvo, y deinmediato se formaron las colas de compradores.
Como el establecimiento estaba resguardado por efectivos de las milicias bolivarianas, estos crearon las "reglas": había que solicitar un número a un efectivo y otro camarada lo sellaba. Solo así permitían que cada persona comprara dos latas de leche en polvo.
Entonces, un señor de la tercera edad, sin saberlo, cargó con cuatro latas y cuando llegaba a la caja, un miliciano, en lugar de sacarle dos latas, le quitó las cuatro latas, y le explicó: "Esto es en señal de castigo".
Hubo protesta general, pero los milicianos se impusieron. Con la misma arrogancia con la que algunos militares suelen detener los carros en las alcabalas de la Misión Patria Segura.
Cort. TalCualDigital
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