BRENDA MEDINA/BMEDINA@ELNUEVOHERALD.COM
Mientras se acercaban los exámenes finales en su último año de la carrera de periodismo en la Universidad de Miami, Arianne Alcorta trabajó día y noche por dos semanas en la producción de un documental sobre las protestas estudiantiles en Venezuela.
Pero el proyecto no era parte de una asignación universitaria. Alcorta, de 21 años, es venezolana y dijo que siente la responsabilidad de dar voz a los miles de estudiantes que en su país se lanzaron a las calles para protestar un gobierno que consideran opresor.
“De haber estado allí, no habría podido hacer nada por toda la censura”, dijo el miércoles Alcorta, quien vive en el sur de Florida y tiene familiares en su país natal. “Lo hice sobre todo para mostrar a los estudiantes allá que no están solos, que desde afuera se les está apoyando”.
El documental de 20 minutos que Alcorta publicó en el sitio web YouTube con el título “ Venezuela Fights for Freedom” ( Venezuela Lucha por la Libertad), ha sido visto por más de 340,000 personas desde mediados de marzo.
Alcorta obtuvo su licenciatura en periodismo el viernes durante una ceremonia de graduación en el BankUnited Center, y recibió una beca para estudiar una maestría en la escuela de periodismo de la Universidad de Columbia, en Nueva York.
Unos 3,500 estudiantes se graduarán de la Universidad de Miami en mayo, y de acuerdo con un estudio realizado por ese centro educativo, el 28 por ciento de los graduados de licenciaturas el año pasado continuaron estudiando para obtener una maestría.
Aunque su documental no fue parte de una tesis o un examen final, Alcorta dijo que las habilidades que adquirió en sus clases universitarias le ayudaron en la realización del proyecto.
Al contar las historias de los estudiantes, Alcorta utilizó un método innovador para crear documentales, que en inglés se conoce como crowdsourcing, y consiste en solicitar información y asistencia a grupos de personas, regularmente a través de los medios sociales.
Así, Alcorta logró identificar y contactar a participantes en las protestas en Caracas, que aparecieron en algunas de las imágenes de las revueltas que han circulado por la internet, y los entrevistó vía telefónica. También utilizó información publicada en Twitter.com, Facebook.com y videos de los líderes políticos de la oposición venezolana como Henrique Capriles y Leopoldo López.
Además, documentó en video las manifestaciones en Miami en los últimos meses, en las que han participado miles de personas que se solidarizan con la causa de los estudiantes.
“Una vez que acumulé tanta información, y me di cuenta de que había tanta información más en internet, supe que tenía que ponerla toda junta en un mismo lugar y que así los jóvenes allá la pudieran ver de la forma en que la podemos ver desde afuera”, contó. “Me han contactado personas de Venezuela para decirme que el documental les dio aliento y ganas de seguir luchando, porque ahora se dan cuenta de que no están solos”.
Las protestas que iniciaron en febrero en Caracas, en medio de una crisis económica y un problema de escasez a nivel nacional, han dejado un saldo de más de cuarenta muertos, cientos de heridos, miles de arrestos y denuncias de tortura.
Varios medios de prensa también se han visto afectados por la aparente ola de censura por parte del gobierno de Nicolás Maduro, con cierre de programas de radio y periódicos que no han podido publicar por falta de papel. El gobierno incluso revocó las credenciales de prensa de periodistas de CNN en el país (que luego fueron devueltas), y retiró la señal del canal de noticias colombiano NTN24.
La crisis llevó a un representante de la Sociedad Interamericana de Prensa a declarar en febrero que “la libertad de prensa (en ese país) ha prácticamente desaparecido”.
Aun así, Alcorta, quien desea un día viajar a la nación sudamericana para realizar un documental desde los barrios y poder entrevistar a las personas más afectadas por la creciente violencia, no pierde la esperanza.
Ella está convencida de que los medios sociales son el futuro del periodismo y de una sociedad que desee preservar su libertad.
“La falta de libertad de prensa ha hecho que los ciudadanos se conviertan en reporteros de la calle”, dijo la joven, quien considera que las redes sociales han jugado un papel fundamental en la difusión de la información sobre las protestas.
“De repente me llega un video de alguien siendo golpeado y yo se lo envío a todos mis contactos y miles de personas hacen lo mismo”.
De acuerdo con Alcorta, el público venezolano ahora ve las redes como la principal fuente de noticias.
Por ejemplo, su abuela materna, Zoraida Ortega, de 85 años, y quien vive sola en el centro de Chacao, donde se han concentrado la gran mayoría de las protestas en Caracas, tiene una cuenta de Facebook que utiliza regularmente para enterarse sobre la situación de violencia en las calles.
“Es crucial. La gente comparte información sobre dónde está la violencia, dónde no te debes meter, o dónde no hay bombas lacrimógenas”, contó Alcorta.
La joven periodista, que se mudó a los 15 años a Sevilla junto a sus padres, José Ignacio Alcorta y Adela Ortega, y su hermana Alexandra, dijo que fue también el deseo de que sus familiares o el pueblo venezolano no vivan en un estado de violencia, lo que la animó a realizar el documental.
“La violencia afecta a todo el mundo, a los que están a favor del gobierno y a los que están en contra”, opinó.
El Nuevo Herald
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