Por CHRISTOPHER TOOTHAKER/The Associated Press
CARACAS -- Líderes empresariales de Venezuela acusaron el domingo al presidente Hugo Chávez de estrangular el ambiente de negocios al propiciar un alza del dólar que les encarece la compra de productos en el exterior.
Los empresarios aseguraron que Chávez ha permitido de manera irresponsable una escalada del dólar en el mercado negro, lo cual aumenta los costos a casi la mitad de los importadores en el país sudamericano.
"El gobierno no lo considera (un control del precio del dólar) como prioritario", dijo Alfonzo Rivas, presidente del Cedice (Centro de Divulgación del Conocimiento Económico), una organización no gubernamental que promueve las libertades individuales y económicas.
En enero, el gobierno de Chávez impuso dos tasas cambiarias paralelas, en una de las cuales el dólar vale 2,6 bolívares para la compra al exterior de artículos prioritarios, como alimentos, y otra de 4,3 bolívares para la importación de productos considerados no esenciales.
Pero el gobierno no ha distribuido suficientes dólares al tipo de cambio oficial para satisfacer la demanda, obligando a casi la mitad de los importadores a comprar los billetes verdes a un precio mucho mayor en el mercado negro.
El dólar se disparó en ese mercado y la semana pasada alcanzó los ocho bolívares por unidad, casi el doble de la tasa oficial más alta de 4,3 bolívares y el triple respecto de la de 2,6 bolívares para las importaciones de artículos esenciales.
Todos los productos que no puedan ser importados al tipo de cambio oficial serán conseguidos en el mercado negro y esto causará inflación, manifestó Rivas.
Venezuela acumula una inflación anual de poco más de 30% tras el aumento de los precios al consumidor en abril. El país registra la inflación más alta en América Latina.
La semana pasada, el Banco Central y el Instituto Nacional de Estadísticas informaron de un avance de los precios de 5,2% en abril y una tasa de inflación anual de 30,4%.
José Guerra, ex funcionario del Banco Central y catedrático de economía en la Universidad Central de Venezuela, auguró que el país cerrará el 2010 con una inflación de 35%.
"El problema de la inflación se está yendo de las manos del gobierno", dijo Guerra.
Chávez puso en marcha las dos tasas cambiarias para desalentar la importación de productos no esenciales y promover la producción interna de mercancías, incluidos los alimentos, aunque los críticos aseguran que esa iniciativa ha fracasado.
El dirigente opositor Julio Borges dijo que la inflación va en aumento debido a que el gobierno no ha frenado la dependencia que el país tiene de las importaciones. Los precios al consumidor mantienen una tendencia ascendente debido a los fallidos esfuerzos del mandatario por impulsar la producción interna de alimentos a pesar de que ha expropiado millones de hectáreas y las ha entregado a campesinos, agregó.
"¿De qué ha servido esta expropiación? ¿Con eso se logró aumentar la producción nacional? ¿Mejoró el abastecimiento? Todos sabemos que la respuesta es un rotundo "no", expresó Borges. "Es evidente que el 'marxismo' asumido por el presidente está acabando con la producción nacional".
El sábado, en un discurso por televisión, el mandatario responsabilizó a los empresarios ricos de atizar los precios y afirmó que éstos conjuran con el fin de socavar las medidas que ha adoptado su gobierno para combatir la inflación, como el control de precios a cientos de productos básicos, en antelación a los comicios legislativos de septiembre.
"No tengo dudas de que allí hay un alto componente especulativo y político", dijo Chávez, aliado cercano de los hermanos Castro en Cuba.
"Hay una conspiración. La burguesía tiene mucho que ver en el manejo económico. Yo le advierto a la burguesía: No nos vamos a dejar acorralar", afirmó.
Los dirigentes empresariales rechazan las afirmaciones de que estén complotando contra Chávez, al tiempo que aseguran que el mandatario parece determinado a reemplazar las empresas e industrias privadas con empresas estatales.
"El gobierno considera el empresariado como un enemigo", dijo Rivas, dueño de una empresa importadora de materias primas para la elaboración de sopas, palomitas de maíz (también conocidas como rosetas o pochoclos en algunos países) para hornos de microondas y cereales, entre otras mercancías.
Los empresarios aseguraron que Chávez ha permitido de manera irresponsable una escalada del dólar en el mercado negro, lo cual aumenta los costos a casi la mitad de los importadores en el país sudamericano.
"El gobierno no lo considera (un control del precio del dólar) como prioritario", dijo Alfonzo Rivas, presidente del Cedice (Centro de Divulgación del Conocimiento Económico), una organización no gubernamental que promueve las libertades individuales y económicas.
En enero, el gobierno de Chávez impuso dos tasas cambiarias paralelas, en una de las cuales el dólar vale 2,6 bolívares para la compra al exterior de artículos prioritarios, como alimentos, y otra de 4,3 bolívares para la importación de productos considerados no esenciales.
Pero el gobierno no ha distribuido suficientes dólares al tipo de cambio oficial para satisfacer la demanda, obligando a casi la mitad de los importadores a comprar los billetes verdes a un precio mucho mayor en el mercado negro.
El dólar se disparó en ese mercado y la semana pasada alcanzó los ocho bolívares por unidad, casi el doble de la tasa oficial más alta de 4,3 bolívares y el triple respecto de la de 2,6 bolívares para las importaciones de artículos esenciales.
Todos los productos que no puedan ser importados al tipo de cambio oficial serán conseguidos en el mercado negro y esto causará inflación, manifestó Rivas.
Venezuela acumula una inflación anual de poco más de 30% tras el aumento de los precios al consumidor en abril. El país registra la inflación más alta en América Latina.
La semana pasada, el Banco Central y el Instituto Nacional de Estadísticas informaron de un avance de los precios de 5,2% en abril y una tasa de inflación anual de 30,4%.
José Guerra, ex funcionario del Banco Central y catedrático de economía en la Universidad Central de Venezuela, auguró que el país cerrará el 2010 con una inflación de 35%.
"El problema de la inflación se está yendo de las manos del gobierno", dijo Guerra.
Chávez puso en marcha las dos tasas cambiarias para desalentar la importación de productos no esenciales y promover la producción interna de mercancías, incluidos los alimentos, aunque los críticos aseguran que esa iniciativa ha fracasado.
El dirigente opositor Julio Borges dijo que la inflación va en aumento debido a que el gobierno no ha frenado la dependencia que el país tiene de las importaciones. Los precios al consumidor mantienen una tendencia ascendente debido a los fallidos esfuerzos del mandatario por impulsar la producción interna de alimentos a pesar de que ha expropiado millones de hectáreas y las ha entregado a campesinos, agregó.
"¿De qué ha servido esta expropiación? ¿Con eso se logró aumentar la producción nacional? ¿Mejoró el abastecimiento? Todos sabemos que la respuesta es un rotundo "no", expresó Borges. "Es evidente que el 'marxismo' asumido por el presidente está acabando con la producción nacional".
El sábado, en un discurso por televisión, el mandatario responsabilizó a los empresarios ricos de atizar los precios y afirmó que éstos conjuran con el fin de socavar las medidas que ha adoptado su gobierno para combatir la inflación, como el control de precios a cientos de productos básicos, en antelación a los comicios legislativos de septiembre.
"No tengo dudas de que allí hay un alto componente especulativo y político", dijo Chávez, aliado cercano de los hermanos Castro en Cuba.
"Hay una conspiración. La burguesía tiene mucho que ver en el manejo económico. Yo le advierto a la burguesía: No nos vamos a dejar acorralar", afirmó.
Los dirigentes empresariales rechazan las afirmaciones de que estén complotando contra Chávez, al tiempo que aseguran que el mandatario parece determinado a reemplazar las empresas e industrias privadas con empresas estatales.
"El gobierno considera el empresariado como un enemigo", dijo Rivas, dueño de una empresa importadora de materias primas para la elaboración de sopas, palomitas de maíz (también conocidas como rosetas o pochoclos en algunos países) para hornos de microondas y cereales, entre otras mercancías.
Cort. El Nuevo Herald
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