GUATEMALA (AP) - Dos niños y dos adultos, al parecer miembros de una familia, murieron al caer sobre su casa un derrumbe de piedras y lodo causado por las fuertes lluvias de la tormenta tropical Agatha, la primera de esta temporada de huracanes, cataclismo que se sumó el sábado a la erupción del volcán de Pacaya.
Al margen de ese incidente, las lluvias no han dejado más víctimas de momento. Sin embargo, provocaron daños en todo el centro y sur del país. David de León, vocero de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED) dijo que se ha evacuado a 877 personas por causa de las lluvias y que otras 2.500 han sido afectadas de alguna forma por las inundaciones o deslaves.
Poblaciones como Retalhuleu y Mazatenango en la costa del pacífico, Quetzaltenango en el altiplano occidental o la capital en el centro han sufrido inundaciones localizadas en algunos barrios mientras que en el departamento de Sololá, en el occidente, han ocurrido deslaves.
Romeo García, del instituto meteorológico, dijo que la tormenta desvió su curso y está previsto que toque tierra el sábado a las 23:00 (5:00 GMT del domingo) en la frontera entre Guatemala y México.
"La tormenta comenzará a sufrir debilitamiento y esperamos que para el domingo sea ya una depresión tropical pero eso no significa que no habrá lluvias fuertes por la cantidad de humedad que hay en el ambiente", añadió.
Así, el país tiene ahora que lidiar con dos catástrofes naturales, luego que la erupción del volcán destruyó unas 800 casas y dejó sin techo a cerca de 2.000 personas. El presidente Alvaro Colom anunció que debido a las dos emergencias suspenderá sus viajes a República Dominicana y Canadá previstos para la próxima semana.
"Dos niños y dos adultos murieron soterrados debido al desprendimiento de un peñasco que cayó sobre la vivienda de las víctimas en el departamento de Quetzaltenango", dijo el sábado a The Associated Press el vocero de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres, David de León.
El derrumbe ocurrió en el municipio de Almolonga, ubicada en el densamente poblado altiplano occidental a unos 200 kilómetros al noroeste de la capital, donde las lluvias provocadas por la tormenta Agatha han saturado los suelos, provocando deslaves.
Las lluvias más fuertes se han registrado en las localidades costeras de San José y Champerico.
En una conferencia de prensa, el director de la CONRED indicó que aunque ha aumentado el nivel de los ríos y están previendo más lluvias "de momento todo está bajo control".
Además, en el departamento de hidrología de esa institución indicaron que hay cuatro ríos cuyo caudal rebasó el nivel de alerta y otros dos _uno en un suburbio al sur de la capital y otro en el sur del país_ que ya se han desbordado.
El sábado temprano, el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos anunció que la tormenta tropical Agatha, la primera de la temporada de huracanes de este año, se formó en las costas del Pacífico guatemalteco.
Las carreteras también se han visto bloqueadas por derrumbes por lo que la Unidad de Protección Vial (PROVIAL) se declaró en alerta.
En la capital una casa fue destruida por un derrumbe pero los habitantes ya habían sido evacuados mientras que por lo menos 20 árboles han caído en las calles, y unas 2.000 personas permanecen en albergues habilitados tras la erupción del volcán el jueves.
El Pacaya lanzó arena y rocas sobre seis aldeas ubicadas en sus faldas y cubrió con ceniza y arena toda la Ciudad de Guatemala, ubicada a unos 30 kilómetros al norte.
"Se perdió todo, se perdió la casa, se perdió la cosecha de maíz, de frijol, de güicoy (calabaza)... todo quedó a nivel por culpa de la arena", dijo Rubén Guzmán, un habitante de Calderas, una de las localidades más afectadas por la erupción.
En la escuela donde Guzmán está albergado junto a unas 400 personas, la lluvia se cuela por las goteras en el techo y las colchonetas de espuma que dio la CONRED se empaparon. Además, las condiciones del clima hacen difícil llevarles alimentos.
Las fuertes lluvias han arrastrado las toneladas de arena depositadas en las calles de la capital hacia los desagües y las autoridades temen que esto provocará inundaciones al quedar tapadas las vías de desfogue de agua de lluvia.
El aeropuerto internacional La Aurora permanecerá cerrado cinco días más, mientras se continúa con las tareas de limpieza de la arena del volcán. Las autoridades estiman que será necesarios unos 1.000 viajes de camión para extraer toda la arena de la pista y la terminal.
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