El presidente saliente de Colombia considera que un bombardeo como el realizado contra Raúl Reyes "es un acto de Estado de necesidad para defender al pueblo colombiano, pero no es lo aconsejable, porque se da una mala interpretación". Se dedicará a luchar por el bienestar de su país
El Tiempo/GDA/El Nacional
Pocas horas antes de que estallara el escándalo con Venezuela, el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, admitió sentir tristeza porque jefes de las FARC "sigan con la capacidad de hacer daño desde el extranjero". Más que balances duros de sus dos mandatos, tocó temas de su vida personal y sus anécdotas.
--¿Qué momento de su mandato lo enorgullece? --Hay momentos de felicidad: cuando se rescata secuestrados, cuando la tarea sale bien. Pero hay que tener una actitud constante de amor a Colombia.
--Vimos una foto suya llorando. ¿Eso ocurrió muchas veces? --Me habrían capturado las cámaras una o dos veces.
--También hubo felicidad.
¿Cómo fueron los momentos de la operación Jaque o Fénix? --Ninguna operación fue improvisada. Cuando se dio de baja a Raúl Reyes era el sexto intento. El día de la Operación Jaque, conociendo todos los detalles, me fui a Puerto Wilches porque había una inundación. Estaba muy angustiado porque no entraba la señal de celular. Abordamos un helicóptero y dije: "Estoy preocupado por este celular, porque estoy pendiente de una cosita". Cuando estábamos cerca de Barrancabermeja entró la señal y me confirmaron. Aterrizamos y todo el mundo estaba contento. Yendo a Bogotá conversábamos sobre el tema y me encontré con el ministro Santos y los altos mandos. Me dijeron: "Vamos a recibirlos". Le dije al ministro Santos: "Recíbalos usted, ministro". Y a los altos mandos les reiteré: "Recíbanlos, que eso lo necesitamos para el futuro".
--¿Cómo se imagina el primer día cuando ya no sea presidente? --Iré a la iglesia a visitar la cripta donde están las cenizas de mis padres. Tengo que organizar la mente para darle más tiempo al estudio y atender cositas personales.
--¿Usted será un ex presidente deliberante? --He sido deliberante toda la vida.
--¿Buscará otro cargo o quiere ser abuelo? --(Risas). Quiero ser abuelo para que los nietos me encuentren con algo de energía.
--Desde hace años usted sabe en qué lugar de Venezuela están algunos cabecillas de las FARC. ¿No se va con nostalgia de no haberlos capturado? --Yo no entiendo por qué, existiendo tanta claridad en las normas del derecho internacional, estos terroristas no han sido capturados. Me voy con la tristeza de que estos terroristas sigan con la capacidad de hacer daño desde el extranjero.
--¿Debe Colombia renunciar a atacar esos líderes guerrilleros en otro país? --La prioridad siempre tiene que ser que se apliquen las normas del derecho internacional. Un bombardeo como el realizado contra Reyes es un acto de un Estado de necesidad para defender al pueblo colombiano, pero no es lo aconsejable, porque se da una mala interpretación, de que está maltratando al territorio del hermano país. Y yo repito: nuestra intención nunca fue maltratar al hermano pueblo ecuatoriano. Por eso pedí perdón.
--¿No le gustó esa invitación al presidente venezolano para que venga a la posesión? --Hombre, esos son temas de ustedes. Sigan con los temas míos y de gobierno.
--¿Qué otras cosas habría emprendido si hubiera tenido más tiempo? --Este gobierno lo que deja son unas semillas positivas, pero en el país no corren ríos de leche y miel. Deja tres huevitos, a los que me he referido amablemente, y por supuesto hay muchas cosas pendientes.
--¿Quién es su asesor en tecnología: sus hijos? --Uno aprende. Ahora, Jerónimo está advertido de que tiene que actualizarme en Excel a partir del 7 de agosto.
--¿Y Twitter y Facebook? --Me tengo que poner más barberito. No tengo Facebook... ¿O sí? --¿Qué consejos les dejaría a los próximos presidentes? --Goticas de amor por Colombia. Con ellas se supera el cansancio, se elimina la noción de dominicales, de lunes festivos, de vacaciones, se trabaja alegremente por la patria.
--¿Por qué no nos cuenta a qué se va a dedicar? --Le pido a Dios que me avive hasta el último día, que en cualquier actividad que desempeñe sea útil a Colombia.
--¿Cuál cree usted que es la crítica más injusta en estos ocho años? --Muchachos, eso lo analizan ustedes.
--¿Va a ser alcalde de Bogotá?, ¿estará en el gabinete de Santos? --Voy a ser cooperante.
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