Una orquesta sin dirección. Nunca como ahora había estado el Gobierno revolucionario tan enredado en su propia política comunicacional. Como barco sin capitán y con un atolón enfrente, se desplaza uno de los puntos más débiles del Ejecutivo. La falta de definición ha hecho posible que los medios oficiales hayan sido tomados por asalto por quienes, apoyándose en una presunta socialización de ese sector, se desplazan por inercia sin mando alguno, haciendo y deshaciendo en su propia ignorancia. Ya ocurrió con la entrevista a Fidel Castro, cuando el afán protagónico y la emoción de la inmadurez de todos aquellos que se dejan seducir por el culto a los ídolos, le ponen la carne en brasa al enemigo. Esa entrevista no fue editada y se difundió con todos los pelos y señales, de allí que la propaganda opositora no haya necesitado bisturí para extraer la frase por tanto tiempo deseada, aquella tomada ahora como una confesión. Me refiero a la respuesta de Fidel cuando la periodista presumiendo dominio del tema le preguntó: ¿Qué es para usted el socialismo en este siglo XXI? Comunismo respondió Fidel, sin mayor aspaviento. Ahora esa frase es la punta de lanza de la propaganda de quienes son adversarios a muerte del Gobierno. Después, como si no fuera suficiente el haber incurrido en el error de no editar la entrevista, tuvimos por separado a Manuel Villalba y a Andrés Izarra como interlocutores oficiales en CNN, y todos sabemos lo que ocurrió: el primero negó la inseguridad diciendo que en Venezuela todos éramos felices y el segundo se rió a mandíbula batiente al referirse al tema. Otra vez volvieron a darle el garrote al ciego y vino finalmente el episodio de la fotografía publicada por El Nacional, esa que tanto escozor provocó entre quienes ahora son más ortodoxos que los sumos sacerdotes del sanedrín, terminándola de poner con la sentencia que censura a los medios prohibiéndoles que publiquen fotos “inadecuadas”. ¡Tamaña necedad! Qué distinto habría sido si el jefe del Estado se despoja parcialmente de su jerarquía y como un ciudadano común se presenta en la morgue de Caracas a constatar la realidad. Se hubiera enterado de que esa foto es apenas un ápice de lo que allí ocurre. Compañero Presidente, en diciembre pasado supe que un fin de semana, para apurar una autopsia había que pagar 1.000 BF, todo para lograr que el cadáver reclamado sea colocado en los primeros puestos de una lista, a menos que el doliente quiera esperar días para que se lo entreguen. Esa situación es absolutamente real. Es dura, pero es la realidad, como lo es aquella donde un desposeído se siente realizado paseando un pitbull, alimentado con pollo mientras su dueño apenas si llega a probar la carne molida. Esa es una verdad que lacera nuestro futuro. ¿Entonces por qué no dejar sin armas al adversario desmontando sus verdades? Ahora, desmontarlas no es sostener que una foto es vieja, no, todo lo contrario, desmontar una denuncia que viene del campo contrario es investigarla y si se corresponde con la realidad modificarla. El Gobierno revolucionario se queda de que su obra no interese a los medios privados, olvidando que el calificativo de privado es equivocado porque un medio podrá tener dueños particulares pero se debe a la necesidad del ciudadano de estar informado. Ahora, con su criterio errado, sin proponérselo, los propagandistas del Gobierno se han convertido en alumnos de Joseph Goebbels. Son ahora todo lo contrario que cuando estaban en la lucha por la conquista del poder. Quienes conducen la política comunicacional del Gobierno están demasiado sensibles ante la verdad, por todo ello se suceden las tormentas de embustes en los consejos ministeriales. Ahora en ese estrategia se confunde la ramplonería con la irreverencia. Cuando oígo a Chávez decir que Judas Iscariote era capitalista, comprendo cuánta desinformación. No Chávez, Judas fue toda su vida un campesino a quien le pagaron treinta monedas para que entregara a su maestro. La confusión en el campo revolucionario acerca del término capitalista, es la misma que existe en el campo contrario acerca del socialismo. Ahora, yo invito al alto Gobierno a la reflexión y lo insto a no hacerse eco de la mentira repetida, tenga el color político que tenga. Es necesario un viraje, ni Chávez es un dictador ni el burgués es un vampiro. Quienes se dan ahora golpes de pecho por una fotografía no son menos hipócritas que los regentes de burdeles que van a misa cada domingo.
PREMIO. La oposición le critica al Gobierno por premiar el mal desempeño de sus funcionarios. Me pregunto si no incurre en la misma práctica cuando designa a Ramón Guillermo Aveledo como jefe de la MUD. Aveledo tuvo una poco menos que infeliz pasantía de 3 años por la LVBP cuando llevó a la quiebra al rutilante negocio. Quién garantiza que ahora lo hará mejor en la MUD si para empezar ha permitido la tutela de Henry Ramos, quien se presenta como el amo del guante, el bate y la pelota, además de novio de la madrina. Bueno, después de todo Aveledo no es tan caído de la mata como parece: él sabe que Ramos y Lewis Pérez conforman la llave que engarza con los contratos del Gobierno la plata destinada a sufragar los gastos de la MUD.
EMISIÓN. No se sabe por qué el clan Bello Monte insiste en apoyar a la oposición con miras a desalojar a Chávez del poder si con la última edición del Bono Soberano Internacional Amortizable 2022 la banca ha ganado en cuestión de días cantidades siderales. Primero el grupo se encargó de sacar a quienes durante el último lustro incursionaron en el sector (“No te metas en este negocio que te voy a reventar”, le advirtió en una oportunidad el jefe de la tribu a un novicio banquero ahora defenestrado). Se trata del mismo grupo que condujo a la banca durante el paro petrolero. Ahora regresa a sus andanzas y se lleva la mayor tajada de la torta en la edición del bono; eso sin contar las comisiones que cobran por servicios. El clan cuenta con aliados en Miraflores, esos que le allanan el camino para que estabilicen sus operaciones fuera de Venezuela sin incurrir en el menor riesgo posible; vale decir, produce riqueza monetaria con el propio dinero del Estado sin exponer un centavo. La emisión señalada salió publicada el lunes 9, para cerrarse el viernes 13 al mediodía y el grupo recibió solicitudes hasta las 3:30 pm del jueves 12. El viernes 13 por la mañana se dedicó a trasmitir la data al BCV. Los solicitantes hicieron efectivos los depósitos exigibles por el trasmisor desde el mismo momento en que salió publicada la emisión. Ese dinero fue congelado en sus mismas cuentas para garantizar su opción a participar. La emisión se hizo por 3 mil millones de dólares, ofertados a 4,90 (se trata del valor implícito del dólar según la fórmula aplicada por el BCV), más 5 mil 200 millones de dólares que fue la demanda insatisfecha, también por 4,90. Todo ese dinero fue igualmente colocado. Entre la emisión y su fecha de liquidación (lunes 23) hay un lapso de 15 días, un período aprovechado por el grupo bancario para disponer de esa liquidez sin dar ningún tipo de remuneración al depositante, a pesar de que una vez calculada a la tasa overnight produjo una cantidad sideral de dinero. Todo ello sin hablar del otro negocio redondo que es darle la vuelta en apenas 7 días a la operación cambiaria, estimada en 8,10 mínimo (se compra en 4,90 y se vende 8,10), de tal manera que la ganancia total de la banca es todavía mayor. Nota: Cadivi no le entregó dólares a los importadores comerciales y sí a los industriales (asignando a estos últimos 1.500 millones de dólares) con el fin de mantener la presión sobre el mercado estimulando la demanda que permite mantener el precio. Se estima que el grupo Bello Monte se llevó en la operación 1.000 millones de dólares con sus empresas relacionadas y 500 millones entre personas naturales y empresas comerciales. Ahora, ¿será cierto que además de financiar a la oposición esa masa monetaria fluye hacia el exterior contribuyendo a la consolidación del grupo mencionado en países considerados paraísos fiscales? Crasa contradicción: El socialismo afianzando a los capitalistas venezolanos que encuentran un mayor atractivo en la actividad especulativa que en la actividad productiva.
RUEDOS. Tan pronto se levanta la jaula, los galleros no tienen color político y entonces es posible una alianza donde convergen personalidades tan disímiles como Morel Rodríguez, Diosdado Cabello y Francisco Rodríguez. Sin embargo, las competencias con apuestas millonarias están ahora en pico e’ zamuro con la descalificación del lanzador de la MLB. Si ocurre, el Kid dejará de percibir 35 millones de dólares y su proyecto de establecer lujosas galleras en Guarenas quedará en suspenso, así como su presencia en las concurridas arenas orientales. Su última apuesta en Margarita rondó los 15 mil BF.
OPORTUNISMO. Tanto la oposición como el PSUV trabajan su plataforma financiera con miras a las dos últimas semanas de la campaña. En el primero de los casos, se manifiestan varios mecenas siendo el más poderoso uno correspondiente a la región centro occidental donde el motor financiero lo enciende el grupo Ávila, conocido por su antigua relación con el caso de las ciudades judiciales (aquel provocó la destitución de Luis Velásquez de la DEM y su autodestierro), además de su relación con otro banquero opositor como Carlos Gil. El grupo Ávila promueve las candidaturas apoyadas por Henri Falcón. Con empresas en el ramo asegurador (por cierto, muy cuestionadas ante los organismos competentes por su negativa a pagar siniestros), este grupo ha incursionado con las pólizas del Estado, siendo su último fuerte el sector Educación. Lo paradójico del asunto es que la oposición termina financiándose en las fuentes del propio Gobierno.
HISTORIA. Excelente el trabajo realizado por Crisanto Bello en su revista El desafío de la Historia. La edición es mensual y hasta ahora llevan 20 presentaciones, todas sin desperdicio. Altamente recomendables.
Cort. Miguel Salazar
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