LA HABANA (AFP) - Cuba decretó este viernes un alza de las tarifas de electricidad de entre 15% y 285% para los mayores consumidores del sector residencial, para presionar al ahorro y reducir el gasto en subsidios estatales, según el diario oficial Granma.
La estatal Unión Eléctrica decidió aumentos escalonados en el consumo mensual mayor de 300 kw/hora, que van de 1,30 a 1,50 pesos cubanos por kw/h para quienes gasten de 301 a 350 kw/h -alza de 15,3%-, hasta de 1,30 a 5 pesos -285%- a los consumidores de más de 5.000 kw/h.
Entre esos dos aumentos están las tarifas que pasan de 1,30 a 1,80 pesos (38,5%) de 351 a 500 kw/h; de 1,30 a 2 pesos (54%) de 501 a 1.000 kw/h; de 1,30 a 3 pesos (131%) de 1.001 a 5.000 kw/h.
Los cubanos, con un salario medio de 20 dólares al mes, tienen subsidios en electricidad, agua, gas y canasta básica, pero deben comprar productos de primera necesidad en pesos convertibles (CUC), que equivalen a 1,20 dólares y a 25 pesos nacionales cada uno.
Los aumentos comenzarán a aplicarse en noviembre, en momentos en que el gobierno estimula la apertura de pequeños negocios privados para encarar serias dificultades económicas.
La medida responde a que el precio medio del barril de petróleo aumentó de 56 a 78 dólares desde noviembre de 2005, cuando se hizo el último aumento, explicó la Unión Eléctrica.
La empresa destacó que el alza "reduce parte del subsidio a la tarifa eléctrica" y sólo afectará "al 5,6% de los hogares", que consumen "el 14,4% de la electricidad del sector residencial".
"De continuar con estos altos niveles pagarán tarifas superiores", advirtió, tras señalar que la medida busca "estimular el ahorro y el uso más racional de la electricidad".
En septiembre, el gobierno aumentó 18% el precio de los combustibles -casi la mitad suministrado por Venezuela con facilidad de pago-, lo que afectó sobre todo a transportistas privados -aunque también recurren al mercado negro-, pues la mayor parte del transporte estatal tiene el combustible subvencionado.
Más del 50% del combustible, según la Unión Eléctrica, se usa en generación de electricidad y, con un drástico plan de ahorro ordenado por el gobierno, el sector estatal redujo el gasto en 10% mientras siguió creciendo el residencial.
La estatal Unión Eléctrica decidió aumentos escalonados en el consumo mensual mayor de 300 kw/hora, que van de 1,30 a 1,50 pesos cubanos por kw/h para quienes gasten de 301 a 350 kw/h -alza de 15,3%-, hasta de 1,30 a 5 pesos -285%- a los consumidores de más de 5.000 kw/h.
Entre esos dos aumentos están las tarifas que pasan de 1,30 a 1,80 pesos (38,5%) de 351 a 500 kw/h; de 1,30 a 2 pesos (54%) de 501 a 1.000 kw/h; de 1,30 a 3 pesos (131%) de 1.001 a 5.000 kw/h.
Los cubanos, con un salario medio de 20 dólares al mes, tienen subsidios en electricidad, agua, gas y canasta básica, pero deben comprar productos de primera necesidad en pesos convertibles (CUC), que equivalen a 1,20 dólares y a 25 pesos nacionales cada uno.
Los aumentos comenzarán a aplicarse en noviembre, en momentos en que el gobierno estimula la apertura de pequeños negocios privados para encarar serias dificultades económicas.
La medida responde a que el precio medio del barril de petróleo aumentó de 56 a 78 dólares desde noviembre de 2005, cuando se hizo el último aumento, explicó la Unión Eléctrica.
La empresa destacó que el alza "reduce parte del subsidio a la tarifa eléctrica" y sólo afectará "al 5,6% de los hogares", que consumen "el 14,4% de la electricidad del sector residencial".
"De continuar con estos altos niveles pagarán tarifas superiores", advirtió, tras señalar que la medida busca "estimular el ahorro y el uso más racional de la electricidad".
En septiembre, el gobierno aumentó 18% el precio de los combustibles -casi la mitad suministrado por Venezuela con facilidad de pago-, lo que afectó sobre todo a transportistas privados -aunque también recurren al mercado negro-, pues la mayor parte del transporte estatal tiene el combustible subvencionado.
Más del 50% del combustible, según la Unión Eléctrica, se usa en generación de electricidad y, con un drástico plan de ahorro ordenado por el gobierno, el sector estatal redujo el gasto en 10% mientras siguió creciendo el residencial.
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