Este lunes 25 de octubre, los venezolanos fueron obligados a sufrir otra maratónica cadena de Hugo Chávez. Esta vez para escuchar las anécdotas de su periplo de 12 días por Europa, Asia y África, y un largo recuento de los más de 60 irracionales e inconsultos acuerdos bilaterales que Chávez firmó con Rusia, Bielorrusia, Ucrania, Irán, Siria, Libia y Portugal. La realidad es que Chávez tiene poco que mostrar de este inconcebible viaje, aparte de vender a precio de gallina flaca patrimonio nacional, comprometer producción a futuro de petróleo y otros productos, ratificar su compromiso con países forajidos como Irán y meterse en la carrera nuclear sin objetivo ni alcance definido.
Lo único que sí parece haber logrado el mandatario es recuperar su autoestima del golpe democrático del 26 de septiembre.
Lo grave es que con esa recuperación, parece que se repotenciaron sus despropósitos de seguir arrasando con empresas privadas y hundiendo el aparato productivo nacional.
Unos de los tantos arrebatos de este lunes fue la orden pública, inconstitucional y arbitraria de confiscar a Owens Illinois, una productora de vidrios norteamericana con 52 años en Venezuela.
Owens Illinois ha mostrado un récord de eficiencia, calidad y cultura empresarial, con responsabilidad comprobada para asegurarle beneficios laborales de sus trabajadores y resguardar el medio ambiente. No obstante, entre las acusaciones que les endilgó Chávez, sin mostrar prueba de ello, se cuenta el que la empresa "explotaba a los trabajadores y destrozaba el ambiente en el Estado Trujillo, llevándose el dinero de los venezolanos". La primera de ellas ya fue desmentido, por el sindicato de la empresa.
Esta empresa, en los años 70 fue centro de atención nacional e internacional, por el largo secuestro de su presidente, William Frank Niehous, cometido por David Nieves y Carlos Lanz, connotados guerrilleros de esa época, hoy devenidos en notorios representantes del chavismo.
Con la confiscación de Owens Illinois, suman más de 200 las empresas "expropiadas" en lo que va de año.
Una característica de esta "expropiación" es que se repite un patrón que se ha seguido en las últimas confiscaciones: ir contra Empresas Polar.
Con Agroisleña, se dejaría a Polar sin uno de sus principales suplidores de maíz y otras materias primas. Ahora, con la Owens Illinois, se les quitaría a su principal proveedor de botellas y envases de vidrio.
El 6 junio, Chávez mostró que Polar es uno de sus objetivos a corto plazo, cuando en un Aló Presidente, recalcó la vulnerabilidad de las empresas, en especial la de Polar, cuando aseguró que ésta necesita adquirir maíz para poder operar y, en son de amenaza, increpó a su Presidente: "Mendoza, me vas a tener que comprar maíz", refiriéndose al control que tiene el Gobierno de los silos, gracias a su política confiscatoria.
El drama para el país es que esta arremetida contra las empresas apunta a la destrucción de todo el aparato productivo nacional. Hasta el propio Chávez sabe que toda empresa que ha caído en sus manos muestra claros signos de deterioro y destrucción.
Lo único que sí parece haber logrado el mandatario es recuperar su autoestima del golpe democrático del 26 de septiembre.
Lo grave es que con esa recuperación, parece que se repotenciaron sus despropósitos de seguir arrasando con empresas privadas y hundiendo el aparato productivo nacional.
Unos de los tantos arrebatos de este lunes fue la orden pública, inconstitucional y arbitraria de confiscar a Owens Illinois, una productora de vidrios norteamericana con 52 años en Venezuela.
Owens Illinois ha mostrado un récord de eficiencia, calidad y cultura empresarial, con responsabilidad comprobada para asegurarle beneficios laborales de sus trabajadores y resguardar el medio ambiente. No obstante, entre las acusaciones que les endilgó Chávez, sin mostrar prueba de ello, se cuenta el que la empresa "explotaba a los trabajadores y destrozaba el ambiente en el Estado Trujillo, llevándose el dinero de los venezolanos". La primera de ellas ya fue desmentido, por el sindicato de la empresa.
Esta empresa, en los años 70 fue centro de atención nacional e internacional, por el largo secuestro de su presidente, William Frank Niehous, cometido por David Nieves y Carlos Lanz, connotados guerrilleros de esa época, hoy devenidos en notorios representantes del chavismo.
Con la confiscación de Owens Illinois, suman más de 200 las empresas "expropiadas" en lo que va de año.
Una característica de esta "expropiación" es que se repite un patrón que se ha seguido en las últimas confiscaciones: ir contra Empresas Polar.
Con Agroisleña, se dejaría a Polar sin uno de sus principales suplidores de maíz y otras materias primas. Ahora, con la Owens Illinois, se les quitaría a su principal proveedor de botellas y envases de vidrio.
El 6 junio, Chávez mostró que Polar es uno de sus objetivos a corto plazo, cuando en un Aló Presidente, recalcó la vulnerabilidad de las empresas, en especial la de Polar, cuando aseguró que ésta necesita adquirir maíz para poder operar y, en son de amenaza, increpó a su Presidente: "Mendoza, me vas a tener que comprar maíz", refiriéndose al control que tiene el Gobierno de los silos, gracias a su política confiscatoria.
El drama para el país es que esta arremetida contra las empresas apunta a la destrucción de todo el aparato productivo nacional. Hasta el propio Chávez sabe que toda empresa que ha caído en sus manos muestra claros signos de deterioro y destrucción.
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