Cientos de manifestantes incendiaron el domingo el Palacio de Justicia y otros edificios, así como automóviles, en Deraa, al sur de Damasco, luego de enfrentamientos con las fuerzas del orden que dejaron un muerto y 100 heridos, en el tercer día de protestas contra el Gobierno.
Las fuerzas de seguridad se desplegaron masivamente en esta ciudad situada a 120 km al sur de Damasco, donde tienen lugar violentas manifestaciones desde el viernes durante las cuales cinco manifestantes murieron, más de 100 fueron heridos y decenas fueron arrestados.
El movimiento de protesta fue lanzado el 15 de marzo en Damasco luego de un llamado en una página Facebook, titulada "la revolución siria contra Bashar al Asad 2011", a realizar manifestaciones en favor de "una Siria sin tiranía, sin ley de emergencia ni tribunales de excepción, sin corrupción ni robos ni monopolio de las riquezas".
A pesar de la ley de emergencia vigente desde 1963, los habitantes de Deraa manifestaron por la tercera jornada consecutiva pidiendo libertades y reformas políticas.
Los participantes, que protestaron contra la dispersión violenta de las manifestaciones en la ciudad vieja, marcharon hacia la casa del gobernador, ante la cual incendiaron los árboles.
Las fuerzas del orden trataron de dispersarlos disparando al aire y lanzando gases lacrimógenos, pero ellos avanzaron y cuando llegaron al Palacio de Justicia lo incendiaron, así como numerosos automóviles estacionados ante ese edificio.
Se escucharon disparos en diversos lugares de la ciudad.
Según un militante de los derechos humanos que se encontraba en Deraa, un manifestante murió y más de 100 sufrieron heridas cuando las fuerzas de seguridad dispersaron a los manifestantes en la ciudad vieja lanzando gases lacrimógenos y tirando balas reales.
"Una bala real" mató a un manifestante, Raed Akrad, y de unos 100 heridos, dos fueron alcanzados en la cabeza y se encuentran "en un estado muy grave", afirmó esa fuente.
Sin embargo, las autoridades sirias desmintieron la muerte del manifestante y los disparos de la policía y acusaron a "bandas de malhechores" de haber prendido fuego al Palacio de Justicia y otros edificios.
Una delegación gubernamental integrada por el viceministro de Relaciones Exteriores, Faisal Meqdad, y el ministro de la Administración Local, Tamer al Hije, viajó a Deraa para presentar sus condolencias a las familias de los cuatro manifestantes muertos el viernes.
La Mezquita al Omari, transformada en "hospital de campaña", recibió a los heridos, explicaron los testigo.
Los enfrentamientos se prolongaron hasta el final de la tarde, precisaron.
Las fuerzas de seguridad se desplegaron masivamente en esta ciudad situada a 120 km al sur de Damasco, donde tienen lugar violentas manifestaciones desde el viernes durante las cuales cinco manifestantes murieron, más de 100 fueron heridos y decenas fueron arrestados.
El movimiento de protesta fue lanzado el 15 de marzo en Damasco luego de un llamado en una página Facebook, titulada "la revolución siria contra Bashar al Asad 2011", a realizar manifestaciones en favor de "una Siria sin tiranía, sin ley de emergencia ni tribunales de excepción, sin corrupción ni robos ni monopolio de las riquezas".
A pesar de la ley de emergencia vigente desde 1963, los habitantes de Deraa manifestaron por la tercera jornada consecutiva pidiendo libertades y reformas políticas.
Los participantes, que protestaron contra la dispersión violenta de las manifestaciones en la ciudad vieja, marcharon hacia la casa del gobernador, ante la cual incendiaron los árboles.
Las fuerzas del orden trataron de dispersarlos disparando al aire y lanzando gases lacrimógenos, pero ellos avanzaron y cuando llegaron al Palacio de Justicia lo incendiaron, así como numerosos automóviles estacionados ante ese edificio.
Se escucharon disparos en diversos lugares de la ciudad.
Según un militante de los derechos humanos que se encontraba en Deraa, un manifestante murió y más de 100 sufrieron heridas cuando las fuerzas de seguridad dispersaron a los manifestantes en la ciudad vieja lanzando gases lacrimógenos y tirando balas reales.
"Una bala real" mató a un manifestante, Raed Akrad, y de unos 100 heridos, dos fueron alcanzados en la cabeza y se encuentran "en un estado muy grave", afirmó esa fuente.
Sin embargo, las autoridades sirias desmintieron la muerte del manifestante y los disparos de la policía y acusaron a "bandas de malhechores" de haber prendido fuego al Palacio de Justicia y otros edificios.
Una delegación gubernamental integrada por el viceministro de Relaciones Exteriores, Faisal Meqdad, y el ministro de la Administración Local, Tamer al Hije, viajó a Deraa para presentar sus condolencias a las familias de los cuatro manifestantes muertos el viernes.
La Mezquita al Omari, transformada en "hospital de campaña", recibió a los heridos, explicaron los testigo.
Los enfrentamientos se prolongaron hasta el final de la tarde, precisaron.
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