A confesión de parte, relevo de pruebas, establece la jerga jurídica, para significar que cuando el delincuente confiesa un delito ya no son necesarias las pruebas para demostrarlo. A pesar de todas las cobas y mentiras que metieron en las interpelaciones, basta leer las Memorias y Cuentas de los ministros para percibir con toda claridad que las denuncias sobre la ineficiencia de la administración chavista no necesitan mayor comprobación. Esos libracos los acusan.
En su rendición de cuentas no hay ministerio que no presente un rosario de fallas, deficiencias, planes incumplidos, medidas jamás aplicadas y un largo etcétera que permite confirmar la percepción generalizada de que los de Chávez han sido los peores gobiernos de por lo menos los últimos sesenta años. No hablamos de política y del enorme saldo negativo que en ese ámbito presenta el chacumbelato, sino de la mera administración de las cosas, de la simple necesidad de hacer que la gerencia pública cumpla con su deber y atienda con eficiencia y eficacia a los ciudadanos.
Basta echar un vistazo al voleo a las informaciones de prensa derivadas del examen de los libracos de los ministerios para que del lector se apodere un sentimiento de desolación. ¿Cómo es posible que hayamos llegado a esto? ¿Cómo es posible que la administración pública, con algunas muy pocas excepciones, sea el potrero de los gerentes más incapaces que sea dable imaginar y la impresión que tiene el ciudadano es la de que aquí nada funciona?
Tomemos al azar los ejemplos. El Ministerio de Agricultura y Tierras informa que "problemas frecuentes de suministro de energía eléctrica, fallas en plantas y equipos, así como la falta de infraestructura, repuestos para maquinarias y supervisión a empresas contratistas, afectaron el cumplimiento de las metas en los principales proyectos". Pura gerencia majunche, pues "Vtelca (la empresa de los "vergatarios") sólo cumplió 24% de la meta estimada para 2010". Lo dice el minpopo de Ciencia y Tecnología e Industrias Intermedias.
De "dificultades de planificación" y de "condiciones de infraestrutura no óptimas" y de otras autoacusaciones de incompetencia, para concluir confesando que tampoco el balance económico es alentador. Más gerencia majunche.
El minpopo de Empresas Básicas da cuenta de que en 2010 la producción de acero se desplomó 42% y la de aluminio 39% y que las pérdidas en Alcasa llegan a los 2,2 millardos de bolívares de ahora.
El minpopo de Vivienda dice que en 2010 el sector público sólo construyó 16 mil viviendas, por fallas en los insumos y menor inversión.
El minpopo de Energía registra que el año pasado las metas de generación eléctrica se incumplieron, pese a la emergencia y la urgencia. De 5.200 megavatios previstos sólo entraron al sistema 1.250. ¿Razones? Limitaciones técnicas, presupuestarias, financieras y políticas, dice Alí. ¡Vaya plasta! El espacio nos impide demostrar más completamente este desastre. Pero las Memorias y Cuentas de todos los ministerios reflejan la misma torta. Lo resumido apenas proporciona una muestra de una de las más poderosas razones para derrotar a Chávez el año próximo, antes de que termine de completar su "exitoso" Plan de Destrucción Nacional, fielmente reflejado por sus propios "gerentes" en sus Memorias y Cuentas.
En su rendición de cuentas no hay ministerio que no presente un rosario de fallas, deficiencias, planes incumplidos, medidas jamás aplicadas y un largo etcétera que permite confirmar la percepción generalizada de que los de Chávez han sido los peores gobiernos de por lo menos los últimos sesenta años. No hablamos de política y del enorme saldo negativo que en ese ámbito presenta el chacumbelato, sino de la mera administración de las cosas, de la simple necesidad de hacer que la gerencia pública cumpla con su deber y atienda con eficiencia y eficacia a los ciudadanos.
Basta echar un vistazo al voleo a las informaciones de prensa derivadas del examen de los libracos de los ministerios para que del lector se apodere un sentimiento de desolación. ¿Cómo es posible que hayamos llegado a esto? ¿Cómo es posible que la administración pública, con algunas muy pocas excepciones, sea el potrero de los gerentes más incapaces que sea dable imaginar y la impresión que tiene el ciudadano es la de que aquí nada funciona?
Tomemos al azar los ejemplos. El Ministerio de Agricultura y Tierras informa que "problemas frecuentes de suministro de energía eléctrica, fallas en plantas y equipos, así como la falta de infraestructura, repuestos para maquinarias y supervisión a empresas contratistas, afectaron el cumplimiento de las metas en los principales proyectos". Pura gerencia majunche, pues "Vtelca (la empresa de los "vergatarios") sólo cumplió 24% de la meta estimada para 2010". Lo dice el minpopo de Ciencia y Tecnología e Industrias Intermedias.
De "dificultades de planificación" y de "condiciones de infraestrutura no óptimas" y de otras autoacusaciones de incompetencia, para concluir confesando que tampoco el balance económico es alentador. Más gerencia majunche.
El minpopo de Empresas Básicas da cuenta de que en 2010 la producción de acero se desplomó 42% y la de aluminio 39% y que las pérdidas en Alcasa llegan a los 2,2 millardos de bolívares de ahora.
El minpopo de Vivienda dice que en 2010 el sector público sólo construyó 16 mil viviendas, por fallas en los insumos y menor inversión.
El minpopo de Energía registra que el año pasado las metas de generación eléctrica se incumplieron, pese a la emergencia y la urgencia. De 5.200 megavatios previstos sólo entraron al sistema 1.250. ¿Razones? Limitaciones técnicas, presupuestarias, financieras y políticas, dice Alí. ¡Vaya plasta! El espacio nos impide demostrar más completamente este desastre. Pero las Memorias y Cuentas de todos los ministerios reflejan la misma torta. Lo resumido apenas proporciona una muestra de una de las más poderosas razones para derrotar a Chávez el año próximo, antes de que termine de completar su "exitoso" Plan de Destrucción Nacional, fielmente reflejado por sus propios "gerentes" en sus Memorias y Cuentas.
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