Muy dolidos, los familiares y amigos de Priscilla Salas Torrealba, de 69 años, le daban el último adiós, la mañana de ayer, luego de haber resultado herida de bala en la plaza Francia de Altamira, el 6 de diciembre del año 2002.
Ella fue una de las víctimas de la balacera que protagonizara Joao De Gouveia, aquella noche de manifestación en los espacios de Chacao.
Priscilla, quien estuvo ocho años parapléjica tras los disparos, falleció a las 6 de la mañana del sábado en el Centro Clínico La Urbina, donde pasó catorce días recluida tras agravarse su estado de salud.
Sus deudos opinaron que la muerte de la mujer es culpa del actual Gobierno. "Un hombre que fue considerado como un caballero cuando lo que realmente hizo fue mucho daño. Lo premiaron y así seguirán haciendo cuando sepan que mi hermana murió por su culpa", dijo Mirtha Salas, una de las hermanas de la fallecida. De Gouveia recibió una sentencia de 29 años de prisión que está cumpliendo.
Priscilla recibió un disparo en la médula que le afectó el sistema motor. A los dos años del tiroteo, sus familiares crearon una fundación con su nombre para recaudar fondos y cubrir el gasto de varias operaciones que necesitaba para ir mejorando.
"Fue un esfuerzo grande y bastante bien recompensado. La llevamos a Estados Unidos y la operaron. Ella iba mejorando muy bien, pero sus órganos se fueron deteriorando repentinamente", detalló la hermana entristecida.
Explicó también que el 14 de marzo, la dama se complicó y fue recluida en la clínica. Estuvo varios días inconsciente, pero después se recuperó. "Un amigo la fue a visitar y le dijo que ella no se iba a morir hasta que saliera Chávez del poder. No lo soportó. Se nos fue justo cuando sonaba el Himno Nacional", dijo.
Priscilla era considerada una mujer querida y amable. Trabajó por más de treinta años en una empresa donde hacía de administradora.
El día de la balacera, una amiga de ella también resultó herida, se trata de Gladys Lovera, quien se vio muy grave por el proyectil que le afectó los intestinos.
"Mi hermana dio su vida por un ideal. Estu
Cort. El Universal
Ella fue una de las víctimas de la balacera que protagonizara Joao De Gouveia, aquella noche de manifestación en los espacios de Chacao.
Priscilla, quien estuvo ocho años parapléjica tras los disparos, falleció a las 6 de la mañana del sábado en el Centro Clínico La Urbina, donde pasó catorce días recluida tras agravarse su estado de salud.
Sus deudos opinaron que la muerte de la mujer es culpa del actual Gobierno. "Un hombre que fue considerado como un caballero cuando lo que realmente hizo fue mucho daño. Lo premiaron y así seguirán haciendo cuando sepan que mi hermana murió por su culpa", dijo Mirtha Salas, una de las hermanas de la fallecida. De Gouveia recibió una sentencia de 29 años de prisión que está cumpliendo.
Priscilla recibió un disparo en la médula que le afectó el sistema motor. A los dos años del tiroteo, sus familiares crearon una fundación con su nombre para recaudar fondos y cubrir el gasto de varias operaciones que necesitaba para ir mejorando.
"Fue un esfuerzo grande y bastante bien recompensado. La llevamos a Estados Unidos y la operaron. Ella iba mejorando muy bien, pero sus órganos se fueron deteriorando repentinamente", detalló la hermana entristecida.
Explicó también que el 14 de marzo, la dama se complicó y fue recluida en la clínica. Estuvo varios días inconsciente, pero después se recuperó. "Un amigo la fue a visitar y le dijo que ella no se iba a morir hasta que saliera Chávez del poder. No lo soportó. Se nos fue justo cuando sonaba el Himno Nacional", dijo.
Priscilla era considerada una mujer querida y amable. Trabajó por más de treinta años en una empresa donde hacía de administradora.
El día de la balacera, una amiga de ella también resultó herida, se trata de Gladys Lovera, quien se vio muy grave por el proyectil que le afectó los intestinos.
"Mi hermana dio su vida por un ideal. Estu
Cort. El Universal
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