CORINA RODRIGUEZ PONS Y JOSE OROZCO
Luis Fuenmayor, un piloto de aerolínea que vive en Caracas, dijo que nunca pensó en blindar su Chevrolet Tahoe debido al alto precio de $28,000 por realizar la modificación. Cambió de parecer cuando dos motociclistas armados le robaron el reloj en medio del tránsito.
“Al principio, me pareció caro pero después me di cuenta de que, más que una inversión, era un costo necesario”, dijo Fuenmayor, de 50 años, en una entrevista. Pero aunque la protección da mayor sensación de seguridad, “no es una panacea”, señaló.
Desde que el presidente Hugo Chávez llegó al poder en 1999, los delitos en Venezuela casi se han triplicado, lo que ha hecho que el país superara a Colombia como la capital con más asesinatos de América del Sur, de acuerdo con el último estudio de Naciones Unidas sobre tendencias mundiales en materia de delito.
Esto preanuncia buenos negocios para las firmas de seguridad, que están sumando a los venezolanos de clase media a sus clientes tradicionales, los empresarios, según Ingrid Suárez, gerente de la empresa de blindaje de autos Blindcorp. La cantidad de compañías de Caracas que preparan los vehículos contra los ataques ha crecido, de doce hace cinco años a 47 en la actualidad, dijo.
El aumento de los delitos violentos refleja un deterioro más amplio en el marco del cumplimiento de las leyes. Los delincuentes, muchos involucrados en el floreciente negocio de las drogas, operan con “total impunidad”, dijo Roberto Briceño, que dirige el Observatorio Venezolano de Violencia, agrupación con sede en Caracas que sigue las estadísticas de delito.
El sistema judicial del país está acosado por la corrupción y las interferencias políticas, lo que lo convierte en el menos confiable de una lista de 66 países publicada el mes pasado por el Proyecto Justicia Mundial, organización con sede en Washington respaldada por juristas y empresas que intentan fortalecer el cumplimiento de la ley en todo el mundo.
En todo el país, los homicidios aumentaron de 5,968 en 1999 a 16,047 en el 2009 y a 17,600 el año pasado, según el Observatorio Venezolano de Violencia.
Esto llevó el índice de asesinatos del país a 57 por cada 100,000 habitantes, cuando en 1999 la proporción era de 25. El gobierno de Chávez sostiene que la cifra es más baja pero sigue estando por encima del promedio latinoamericano. En Estados Unidos, por ejemplo, el índice de asesinatos fue de 5 por cada 100,000 habitantes en el 2009.
Entre las empresas que se benefician con el aumento del delito se halla Carat Security Group con sede central en Lieja, Bélgica, el mayor proveedor mundial de vehículos comerciales blindados, según su sitio en la internet. La filial Centigon Venezuela de Carat blinda a prueba de balas unos veinte vehículos privados por mes, informó Eduardo Ibarra, director gerente de la filial.
Eso significa que la actividad de Carat es mayor que en Brasil, donde la población supera más de seis veces a los 29 millones de habitantes de Venezuela, dijo Ibarra. Venezuela ahora ha superado a Colombia, que padece la acción de grupos guerrilleros, como el país más redituable de América Latina para la compañía, explicó.
“Nuestro negocio aquí no ha dejado de crecer desde que llegamos en el 2002”, manifestó Ibarra.
Cort. El Nuevo Herald
Interesante artículo, sin duda el blindaje de un vehículos varía dependiendo de la necesidad y la utilidad, como un vehículo blindado militar o un vehículo blindado particular.
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